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Bélgica mantiene su recomendación de no viajar a España, que sigue considerando en código de color «rojo» por la incidencia de la COVID-19, con la excepción de las islas canarias de Tenerife, la Palma, la Gomera y el Hierro, consideradas áreas «naranjas», donde pide extremar la precaución.

En una actualización de su mapa sobre la recomendación de viajes al extranjero, el Ministerio belga de Asuntos Exteriores ha ampliado las zonas naranjas en España, categoría en la que por el momento solo mantenía a Tenerife.

Por lo que respecta a las zonas rojas, las autoridades belgas desaconsejan firmemente viajar a esas zonas y, al regreso a Bélgica desde ellas, imponen obligatoriamente hacerse una prueba PCR y seguir una cuarentena. En las zonas naranjas, viajar es posible pero se recomienda incrementar la vigilancia y, a la vuelta de esas áreas, se recomienda realizar un test PCR y entrar en cuarentena.

El pasado miércoles, el Gobierno belga actualizó las recomendaciones sanitarias ante la segunda ola de coronavirus en el país, y decidió que, para favorecer una «armonización» europea, dejaría de «prohibir» formalmente desde ayer viernes desplazarse a los países de la Unión Europea considerados de alto riesgo.

No obstante, viajar a las zonas rojas seguirá estando «muy desaconsejado» y, al regresar, se exigirá una cuarentena de siete días y un test al quinto.

La medida no concierne a quienes pasan menos de 48 horas en zonas de riesgo, como es el caso de los trabajadores transfronterizos.

También dejará de ser obligatoria la mascarilla en lugares al aire libre poco concurridos y se reducirá de catorce a siete días la cuarentena preventiva para quienes no tengan síntomas de COVID-19, pero hayan estado en contacto cercano y sin protección con un caso positivo.