El Lehendakari, Iñigo Urkullu, en el Foro Expectativas económicas en Bilbao. | jonbernardez@gmail.com

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El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha opinado este lunes que será posible un gobierno sobre la base del preacuerdo entre PSOE y Unidas Podemos si ambas formaciones afrontan «la existencia del problema político» ligado al modelo territorial.

En un foro sobre las expectativas económicas organizado por El Correo, Urkullu ha instado a los grupos del Congreso a «hacer un esfuerzo» y «debatir» para hacer frente a la actual inestabilidad y «por un ejercicio de responsabilidad ante la ciudadanía, que ya se ha pronunciado dos veces».

«Lo importante es fijar el futuro en la estabilidad y la gobernabilidad y para eso lo primero, cuando no hay un grupo que cuente con mayoría absoluta, es debatir sobre programas» y analizar «qué puede ser suficiente para firmar» un pacto que garantice esa gobernabilidad.

En este sentido, ha dicho, «es necesario abrir un nuevo tiempo de Gobierno en el Estado y adoptar una nueva actitud», para «revertir la interinidad permanente» desde junio de 2018.
«Es necesario un periodo de distensión», «favorecer un marco de convivencia política, institucional y social, de respeto entre los pueblos y naciones que conviven en el Estado», ha sentenciado.

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Por otra parte, el lehendakari ha defendido la necesidad de negociar un nuevo Estatuto de autonomía para Euskadi que sea «acordado», «viable y tenga recorrido institucional».
Sobre el debate en la ponencia parlamentaria de autogobierno, ha afirmado que «el derecho a decidir es un concepto que no está normativizado jurídicamente, que se basa en un principio democrático» y que para algunos, dentro de «una interpretación flexible de los derechos históricos, respetados y amparados por la Constitución en su disposición adicional primera, es posible».

Urkullu se ha preguntado si «la autonomía de las nacionalidades» recogidas en la Constitución, «no es consecuencia de la existencia de naciones» y si eso «significa que el Estado es plurinacional».

Ha reprochado también que dentro de la ponencia de autogobierno algunos partidos «pongan el carro antes de los bueyes» y así, hayan planteado el derecho a decidir como premisa del debate planteándolo «unos como tótem y otros como tabú». «Yo sinceramente creo que estamos distorsionando de manera interesada lo que es el autogobierno» con ese planteamiento, ha opinado.

Ha insistido en la importancia del momento ya que, tras 40 años de incumplimiento del Estatuto de Gernika, ahora hay «una corriente recentralizadora por parte de algunos partidos del Estado» y también un planteamiento de supresión del Concierto Económico y de supresión de las autonomías». En definitiva, ha planteado la necesidad de dar una solución democrática al «problema político» de las «aspiraciones de las nacionalidades» vasca y catalana.

Además, ha expresado su preocupación por el modelo social que defiende Vox ya que «choca y viola con los derechos humanos universalmente reconocidos», más allá de que defienda la laminación de las autonomías.