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La cadena de supermercados DIA ha esquivadoeste lunes «in extremis» tener que pedir el concurso de acreedores gracias a un acuerdo entre su mayor accionista, Mijaíl Fridman, y la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, que en la práctica desbloquea la ampliación de capital que le permitirá recuperar su equilibro patrimonial.

El pulso que mantenían desde hace semanas el multimillonario ruso y Botín sólo se ha resuelto por la tarde, a apenas unas horas de expirar el plazo para que la cadena de supermercados se viera abocada a enviar al juzgado la solicitud de preconcurso.

Llegar a un consenso con las entidades financieras era una de las tres condiciones exigidas por Fridman para acometer la ampliación de capital por 500 millones de euros, una operación que ya fue aprobada en junta de accionistas hace dos meses pero que todavía no se ha hecho efectiva.

También ha cumplido ya cerrar con éxito su opa y sólo le falta contar con mayoría de miembros en el consejo de administración para completar todos los requisitos.
En este sentido, LetterOne -la sociedad a través de la que Fridman posee el 69,76 % del capital de DIA- ha solicitado expresamente al consejo de administración de la compañía que dé luz verde en el plazo más breve posible al nombramiento de sus consejeros, que ya le ha comunicado oficialmente.

También ha instado al consejo a abstenerse «de emprender cualquier iniciativa prevista en la Ley Concursal» por considerar garantizada la inyección de fondos que hará que el patrimonio neto de DIA deje de estar en números rojos y se sitúe por encima del mínimo exigido por ley.

El acuerdo con la banca incluye aplazar el vencimiento de toda la deuda del grupo hasta el 31 de marzo de 2023 y recoge una nueva línea de financiación adicional por valor de 380 millones de euros dirigida a cubrir los problemas de liquidez de la firma.

El negro panorama que se cernía sobre DIA conforme pasaban las horas este lunes sólo ha comenzado a despejarse por la tarde, después de que Ana Botín dejara entrever que la posibilidad de pactar ganaba enteros.

Sobre las 16.00 horas, la presidenta del Santander ha avanzado en declaraciones a los periodistas durante un acto celebrado en Madrid que la entidad que lidera había intentado llegar a un acuerdo «bueno para todos».

«Como hemos dicho desde el principio, (con la propuesta planteada por el principal accionista, Mijaíl Fridman) los bonistas extranjeros reciben el 100 % y a los bancos españoles les están ofreciendo algo que realmente es muy inferior», ha explicado Botín, quien ha declinado entonces desvelar el desenlace de las negociaciones.

En torno a las 17.20 horas, minutos antes del cierre del mercado, anunciaba a través de Twitter que la entidad había decidido «apoyar» a la cadena de supermercados después de que Fridman se hubiera comprometido a trabajar en eliminar la «discriminación» entre los bancos y los bonistas.

La presidenta del Santander hacía así referencia al que ha sido uno de los principales escollos en las conversaciones, ya que el magnate ruso pretendía utilizar parte de la financiación para pagar a los bonistas, pero no al resto de acreedores.

Entre una y otra declaración, los títulos de DIA han sido presa de la volatilidad en bolsa y han pasado de caer más de un 5 % a recuperar casi todo el terreno perdido para cerrar la jornada con un leve descenso del 0,19 %, hasta los 64 céntimos.

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha apuntado que analiza las palabras de Botín para dilucidar si ha divulgado información relevante al mercado antes de que ésta se hiciera pública.

DIA cumple 40 años en 2019 y afronta una grave crisis desde hace meses, período marcado por sus malos resultados, el hallazgo de «irregularidades» en sus cuentas y una batalla accionarial por el control de la compañía.

Con más de 6.000 tiendas entre España, Portugal, Argentina y Brasil y mas de 43.000 empleados, la empresa facturó 7.288 millones de euros en 2018 y cerró el ejercicio con 352 millones de pérdidas.