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El candidato del PSOE a presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido este miércoles que ante el problema de Catalunya «solo con la ley no basta» y que un «problema de primera magnitud» como este «exige ya una respuesta política de envergadura semejante».

Según Sánchez, la desobediencia de la Constitución y la ley «sitúa a sus autores fuera del sistema democrático» y les hace «merecedores de la condena política más severa», ha dicho en la presentación en Madrid de la reforma de la Constitución que llevará en su programa electoral del 20-D.

El acto ha estado precedido de una reunión de Sánchez con los 'barones' de su partido, entre ellos la presidenta andaluza, Susana Díaz, en el marco del Consejo de Política Federal del PSOE, donde han debatido la situación ante el paso dado este martes en el Parlamento catalán por Junts pel Sí y la CUP para empezar el proceso de independencia de Catalunya.

Sánchez, que ha recordado que los socialistas llevan cuatro años alertando de este problema, se ha referido al texto pactado como un hecho «gravísimo», «irresponsable» y «antidemocrático», y ha coincidido con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en que se trata de una «provocación», por lo que representa de «falta de respeto democrático».

Ha acusado además a los que han «puesto ese desafío encima de la mesa» de «confundir una inestable mayoría parlamentaria con un salvoconducto para eludir el cumplimiento de la ley y sustituirla por su arbitrio».

Ante unas doscientas personas que le han recibido de pie con aplausos, el candidato ha garantizado que el PSOE «siempre estará en la defensa de la ley», pero ha hecho hincapié en que la «salida» es la reforma constitucional a la que el PP se opone.

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«Frente a quienes empujan a los ciudadanos a un callejón sin salida, somos más los que creemos que ni Catalunya ni el conjunto de España están en un callejón sin salida», ha sostenido.

En clave electoral, Sánchez se ha mostrado convencido de que los ciudadanos «sabrán apreciar que no estamos condenados a vivir las consecuencias de un injustificado proceso secesionista al margen de la legalidad y de consecuencias profundamente negativas para todos».

Ha dicho también que, aunque los «sentimientos han de respetarse», es necesario «apelar a la razón» en una situación como la actual y ha llamado al conjunto de los españoles a la «esperanza» y a ser conscientes de que España es una «nación fuerte», que cuenta con «más recursos que nunca en el pasado» y cuyas raíces democráticas son «bien profundas».

A su juicio, reorganizando esos elementos de manera eficiente se pueden resolver los problemas que acucian a España, entre ellos la crisis territorial.

Para ello, es imprescindible una reforma constitucional orientada, según Sánchez, a «sumar voluntades y esfuerzos» y a constituirse en una «vía racional, positiva, integradora, institucionalmente equilibrada, realista y plenamente democrática, para construir el espacio político que necesitamos en España», ha ofrecido.

El líder socialista ha advertido, no obstante, de que ese camino sería «largo» y «difícil» de recorrer, pero ha prometido que «merece la pena» emprenderlo para que los españoles sean protagonistas de su destino.