La auxiliar de enfermería Teresa Romero, en una imagen de archivo. | Efe

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La médico de Atención Primaria que atendió a la auxiliar de enfermería que superó el ébola, Teresa Romero, en el centro de salud de Alcorcón el pasado 2 de octubre interpondrá contra ella «una demanda de conciliación previa a la querella por injurias y calumnias» y «cuantas actuaciones resulten necesarias».

Así lo anuncia su abogada, Ana Plaza de las Heras, en un comunicado remitido a Efe, en el que la doctora explica que Teresa Romero no la informó «en modo alguno» durante la consulta «de haber tenido contacto con personas diagnosticadas de ébola».

La médico de familia precisa que Romero acudió a su consulta en el centro de salud Pedro Laín Entralgo de Alcorcón el jueves 2 de octubre, «cuatro días» antes (no seis, según algunas informaciones) de su ingreso en el hospital Carlos III.

Asegura, además, que «no es cierto» que la paciente le comunicara haber tenido un pico de fiebre de hasta 38,7 grados centígrados, como sostiene el comunicado emitido el pasado 25 de noviembre por el despacho de abogados que se encarga de la defensa de Romero.

El escrito de la abogada de la médico de familia -quien desea preservar su identidad y salvaguardar su intimidad- subraya que «Teresa Romero no informó en modo alguno a su doctora de haber tenido contacto con personas diagnosticadas de ébola» y que «así consta» en el historial clínico de la paciente donde quedó registrada la consulta del centro de salud.

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Como consecuencia de la no revelación del antecedente de exposición al virus del ébola por parte de Romero, la médico de Atención Primaria le realizó una exploración física «sin ninguna medida de protección y sin utilizar guantes ni mascarilla».

En el comunicado se detalla, además, que en la tarde del 6 de octubre, una vez que Romero es diagnosticada del virus del Ébola, la doctora «recibió una llamada del servicio de epidemiología» para informarla de que adquiría «la condición de contacto de alto riesgo» tras haber explorado a la auxiliar de enfermería sin medidas de protección.

Como consecuencia de ello, la médico solicitó su ingreso hospitalario «voluntario» para «cortar una eventual cadena de contagio, en régimen de aislamiento estricto», en el Hospital Carlos III hasta completar los 21 días de observación y tras lo que, el 23 de octubre, fue dada de alta sin datos de haber contraído la enfermedad.

La abogada de la doctora subraya que las últimas declaraciones de Romero «a sabiendas de su falsedad en el diario El Mundo» en las que asegura que avisó en el centro de salud de que había cuidado a los misioneros que fallecieron por ébola «constituyen un atentado contra el derecho al honor de su cliente, su fama y dignidad como persona, incluyendo su prestigio profesional».

Entiende por ello que estos hechos son «constitutivos de un delito de injurias y calumnias con publicidad», por lo que anuncia la interposición en los próximos días de una «demanda de conciliación previa a la querella por injurias y calumnias contra Teresa Romero, y cuantas actuaciones resulten necesarias».