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La presidenta del PPC, Alícia Sánchez-Camacho, ha advertido al presidente catalán, Artur Mas, de que se enfrenta a «graves consecuencias» políticas y legales, tanto para él como su partido, si no suspende la consulta del 9N y la Generalitat sigue adelante con los preparativos.

Después de que Mas asegurara ayer que sigue preparando el 9N y que ha dado instrucciones para estudiar acciones jurídicas contra el Gobierno por «abuso de poder», Sánchez-Camacho le ha recordado en una entrevista concedida a Efe que «el Estado de Derecho está para cumplirlo, y cualquier persona que no cumple la ley tiene consecuencias».

«Como catalana, espero que Mas cumpla por segunda vez y acate las leyes que le han hecho president y nos han dado la democracia a todos los catalanes. Si no lo hace, tendrá graves consecuencias para él, su partido y también para la sociedad catalana, a la que no puede poner en peligro», ha señalado la dirigente del PPC.

Sánchez-Camacho ha explicado así que habrá «consecuencias evidentes» para Mas, que «no sólo serán políticas, sino también legales», si no suspende el 9N e ignora la impugnación de este proceso participativo por parte del Gobierno ante el Constitucional.

Preguntada entonces sobre qué consecuencias legales podrían darse, Sánchez-Camacho ha evitado concretar, ya que «no se pueden avanzar escenarios», pero ha recordado que hasta ahora el Gobierno «ha actuado con contundencia y firmeza, de una manera tranquila y serena, y lo seguirá haciendo».

«La ley se cumplirá con toda su magnitud, sea la que sea. La democracia se cumplirá en toda Cataluña y España, y su gran valedor es el presidente Mariano Rajoy», ha insistido Sánchez-Camacho, quien ha lamentado sin embargo que «la trayectoria de Mas demuestra que intentará hacer cualquier cosa, incluso bordeando la legalidad».

Y le ha acusado de «cobardía», al «esconderse» detrás de los funcionarios de la Generalitat, a los que «ya ha puesto en riesgo": «Los puso tras la primera impugnación y lo ha vuelto a hacer de forma más clara tras la segunda».

«Mas sabía perfectamente que con el segundo 9N falso o sucedáneo estaba poniendo en riesgo a los funcionarios de la Generalitat y de las administraciones locales, porque podrían ser responsables legal y penalmente», ha dicho la dirigente popular, que ha confiado en que los funcionarios «cumplirán la ley y estarán al lado de la democracia, y no de un president que intenta incumplir las resoluciones».

Una actitud que atribuye a que Mas «ha excitado los ánimos de miles de personas y ahora se juega su crédito personal si no se produce el referéndum, porque los catalanes verán que engañó. Habrá un antes y un después en su futuro político y de CiU tras el 9N».

Incluso ha ido más allá y ha sugerido que Mas debería plantearse dimitir: «Ya debería haber dimitido tras perder doce escaños. Debería haber dimitido tras la primera impugnación. Y debería hacerlo ahora tras la segunda. Pero le importa más el cargo y el poder que no la dignidad, la coherencia y el servicio publico».

«Espero que cumpla la ley, porque no está por encima de la ley. Si Mas se cree que está por encima de ley, estará actuando de manera radicalmente antidemocrática, y tiene consecuencias», ha recalcado.

El PPC ya encara en cualquier caso el día después y su «hoja de ruta» a partir del 10 de noviembre se basará en la «reconciliación y la recuperación de la convivencia», tras un proceso que ha provocado una gran «división y fractura» en la sociedad catalana.

Así, ha opinado que debe establecerse un «diálogo sólido, estable y leal» entre Gobierno y Generalitat, para «mejorar los problemas con el resto de España y mejorar el modelo de financiación».

Los dos grandes ejes de ese diálogo deben ser, por un lado , una reforma «profunda» del modelo de financiación «para toda España», porque «es necesario un reequilibrio mejor de las finanzas y nuestra solidaridad con el resto de España"; y, por otro lado, «volver a recuperar la fortaleza e idea de una España del siglo XXI en Cataluña después de las mentiras y los agravios de CiU y ERC, las mentiras del 'España nos roba', de que España es hostil».

Pero ha querido dejar claro que esa «negociación sólida, estable y leal no va a suponer ninguna cesión ante el chantaje separatista de Mas, sino que estará en el marco de la ley": «El Gobierno no hará ninguna cesión ante el desafío de Mas, del que él va a asumir todas las consecuencias. Él es quien se ha metido en el lío y es él quien debe asumir las consecuencias de su fracaso», ha subrayado.

Además, la líder de los populares catalanes ha emplazado a Mas a que «se ponga a gobernar» y presente, «de manera inmediata», unos Presupuestos «realistas": «Si siguen estando dirigidos a un proceso separatista y no se reducen las partidas identitarias, y no van abocados a una reducción del déficit y a la inversión social, el PPC lo tendrá difícil para dar su apoyo a los Presupuestos».