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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha considerado hoy que la nueva facultad supervisora bancaria del BCE hará más fácil que un trabajador autónomo o un pequeño empresario puedan obtener un crédito.

Según ha explicado en su intervención en el Pleno del Congreso para informar de los resultados de las dos últimas cumbres europeas, la supervisión bancaria del BCE es una «garantía» para el sistema financiero.

Esto hará que aumente la confianza en el sector y, por tanto, que captar fondos en los mercados financieros internacionales resulte más fácil y se haga en mejores condiciones, ha añadido Rajoy.

De este modo, ha explicado el presidente del Gobierno, con mayor liquidez y a un precio más bajo, las entidades podrán volver a estar en condiciones de financiar a pymes y autónomos, «especialmente castigados hoy por la sequía crediticia».

Rajoy ha asegurado que la supervisión europea única acordada en el último consejo europeo es «una muy buena noticia», no sólo por el avance que supone en la integración de la región, sino por la seguridad que aporta a los ciudadanos e inversores y porque demuestra que Europa cumple con los compromisos que se marca.

El elemento clave del acuerdo, ha añadido el jefe del Ejecutivo, es que todas las entidades bancarias con un volumen de más de 30.000 millones de euros dependerán del supervisor único, lo que se traduce en el 95 % de los activos de la banca española.

El resto de entidades, ya de menor tamaño, estarán supervisadas en cada nación, aunque Rajoy ha incidido en que «en todo momento» el BCE podrá reclamar la supervisión directa de cualquier entidad, ya sea por propia iniciativa o a petición de un supervisor competente.

Esto, según el presidente del Gobierno, es «especialmente bueno» para España porque el BCE será una «sólida garantía» para la banca española, que estará supervisada con el máximo estándar, previsiblemente a partir de marzo de 2014.

Por último, Rajoy ha tachado de «error» la idea de que los intereses de la banca española han quedado descompensados porque algunas entidades alemanas, por su menor tamaño, quedarán fuera de la supervisión del BCE,

A juicio del jefe del Ejecutivo, la supervisión de la autoridad europea es «un plus de calidad», «un certificado de garantías», que beneficia a las entidades españolas que afectará y redundará en una mayor seguridad y un acceso más fácil a los mercados.

En cualquier caso, ha reconocido, el Gobierno hubiera preferido una supervisión de todos los bancos europeos.