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Apostolos Mangouras, capitán del Prestige cuando en 2002 se hundió frente a las costas gallegas provocando una catástrofe medioambiental, ha reconocido ante el tribunal que juzga los daños causados que los tanques de lastre del petrolero, en los que se originó la avería, tenían «corrosión».

No obstante, Mangouras, de nacionalidad griega y de 77 años, ha precisado que él no es un técnico y que no estaba capacitado para delimitar los daños que sufría el petrolero.

Mangouras ha denunciado que fue tratado como un «criminal» por las autoridades españolas tras abandonar el barco y ha criticado la decisión de alejar el buque de la costa.

«Fue la peor decisión posible», ha apostillado el capitán del petrolero, que ha añadido a continuación: «Nos llevaron en un féretro flotante a ahogarnos».

12 años de cárcel

El capitán del Prestige, para el que el fiscal especial de Medio Ambiente de Galicia, Álvaro García Ortiz, pide una pena de 12 años de prisión por atentado contra el medio ambiente, daños y desobediencia, ha comenzado hoy su declaración ante el tribunal que juzga la causa y está previsto que lo siga haciendo durante los próximos dos días.

A preguntas del fiscal, Mangouras ha reconocido que cuando asumió el mando del Prestige, el 13 de septiembre de 2002, «desconocía» el estado del barco y que sólo realizó algunas inspecciones de los tanques, aunque ha recordado que el buque superó varias inspecciones reglamentarias.

También ha negado que supiera que el Prestige tuviera prohibida la entrada a puertos de diversos países, entre ellos Estados Unidos, Israel, Dinamarca, Australia, Nueva Zelanda, Cuba, Irán, Irak, Líbano y Finlandia, y ha afirmado desconocer un informe elaborado por el anterior capitán del petrolero en el que éste advertía de que el buque sufría diversas irregularidades.