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El Partido Popular ha ganado las elecciones gallegas con 41 escaños, tres más de los que consiguió en 2009, en un Parlamento en el que el PSdeG se desploma hasta los 18 escaños (siete menos que en los anteriores comicios). Alternativa Galega de Esquerda (AGE), la formación de Xosé Manuel Beiras, logra 9 parlamentarios, y el BNG baja hasta los 7 diputados, según los resultados con más del 94% del voto escrutado.


Alberto Núñez Feijóo ha conseguido mejorar los resultados de hace tres años a pesar de haber obtenido un porcentaje menor de los votos (45,5% frente al 46,68% de 2009). Resiste así como ganador a pesar de que la crisis económica suele castigar al partido gobernante.

Si la victoria de Feijóo en 2009 apuntaló a un Mariano Rajoy cuestionado como líder dentro de su propio partido en aquel momento, la de este domingo supone ahora, tres años después, un respaldo al presidente del Gobierno y a la política económica que ha adoptado en los últimos diez meses en la Moncloa con un segundo rescate que sobrevuela el país y toda la política de recortes que ha realizado en estos diez meses de gobierno.

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Como Fraga
El Partido Popular gallego iguala el resultado que obtuvo Manuel Fraga en 2001 y se quedar solo por debajo del resultado que obtuvo la formación en 1997 (42) y 1993 (43).
El PSdeG no ha logrado rentabilizar en votos el malestar por los recortes como pretendía y ha sido el gran castigado de la noche electoral en Galicia. Los socialistas seguirán siendo la segunda fuerza del Parlamento gallego pero bajan de los 25 diputados que consiguieron en 2005 y 2009 a tan solo 18 escaños, siete menos.
La formación ha obtenido el 20,46% de los votos, diez puntos porcentuales menos que en 2009 cuando el 31,02% de los votantes optaron por el PSdeG.


El candidato socialista, Pachi Vázquez, ha llamado a abrir un «profunda reflexión» desde la «responsabilidad» y la «serenidad» para “recuperar la confianza» del electorado, que a pesar de la «situación desesperada» que vive la ciudadanía por la crisis economía no han visto en el PSdeG la solución a sus problemas.
La sorpresa electoral es Alternativa Galega de Esquerda (AGE), la coalición entre IU-Anova, encabezada por el histórico Xosé Manuel Beiras, que se convierte en la tercera fuerza con 9 escaños y un 13,64% de los votos.
BNG, el otro derrotado

La fuerte entrada de Beiras en el Parlamento lo hace a costa del BNG, su antigua formación. La escisión del Bloque Nacionalista Galego les ha pasado factura en las urnas. El BNG queda relegado como cuarta fuerza con 7 diputados, cinco menos que en 2009. Han bajado del 16% de los votos a un 10,18%.
Sin duda, la baja participación ha marcado esta cita con las urnas en la comunidad acostumbrada a la lluvia, por lo que las inclemencias meteorológicas no parecerían un motivo de peso suficiente como para explicar el registro tan bajo de electores que ha ejercido su derecho al voto. El 63,6 por ciento de los electores en Galicia ha votado, una cifra que supone una descenso de casi un punto respecto a los comicios gallegos de 2009, en los que acudieron a votar un 64,43 por ciento; mientras que la abstención ha sido de un 36,3 por ciento –frente al 35,57 por ciento de hace tres años–.
El voto nulo casi se ha triplicado al pasar del 0,89 de 2009 al 2,55 por ciento; mientras que el sufragio en blanco ha alcanzado el 2,71 por ciento -frente al 1,66 por ciento de hace tres años-.