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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, agradeció ayer a sus compañeros socialistas su «apoyo incondicional y permanente», les emplazó a relegar los asuntos internos del PSOE, como su sucesión, y les pidió que encaren las elecciones de mayo con más convicción que preocupación. Zapatero clausuró la Convención Autonómica que el PSOE celebró en Zaragoza.

Un cónclave en el que los dirigentes socialistas intentaron que el debate sobre el futuro político de Zapatero no enturbiara el objetivo de este encuentro, misión que consiguieron sólo parcialmente, dado que la plana mayor del partido aprovechó la reunión para respaldar públicamente a su líder.

Agradecimiento

Zapatero agradeció el apoyo incondicional de la dirección del partido. Pero puso especial énfasis en que durante este tiempo los socialistas no estén dedicados a hablar de ellos mismos, sino de los problemas de los ciudadanos y de cómo solucionarlos, «del futuro de España» y de cómo llegar a acuerdos para desarrollar plenamente el pacto social alcanzado con patronal y sindicatos.

Buena parte de su intervención dedicó Zapatero a ese acuerdo, que consideró por su contenido y trascendencia como «el más importante desde los Pactos de la Moncloa», argumento que esgrimió para pedir a todos los partidos políticos, incluido el PP, que se sumen al consenso. «No era fácil, pero es un motivo de orgullo» para el país, resaltó, y consideró que el Gobierno ha cumplido el «contrato» con las pensiones. Zapatero, que no desveló su futuro político, ironizó sobre las críticas al Gobierno de que no se cree las reformas que está impulsando y dijo: «Para no creer en ellas, ya le estamos poniendo determinación y estamos aguantando».