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El Gobierno admitió ayer que aunque la subida de impuestos que ha incluido en los Presupuestos de 2010 busca que paguen más las rentas altas, será la «amplísima» clase media española la que soporte el mayor esfuerzo, porque es «la base de la recaudación fiscal».

 

Con estas palabras justificó ayer la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, la subida impositiva, una medida que, reconoció, es «de las más impopulares» que puede tomar un gobierno.

 

A pesar de ello, dijo, el Ejecutivo espera que los ciudadanos «entiendan» que es necesario este esfuerzo adicional para afrontar un momento de «extraordinarias dificultades». Las cuentas del Estado prevén que la economía española retroceda un 0'3 por ciento en 2010, que el paro siga aumentando aunque menos (-1'7%) y que la construcción aún retroceda el 7'5%.

 

La vicepresidenta segunda entregó en el Congreso el proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado y después, en rueda de prensa, aseguró que estas cuentas están pensadas para combatir los efectos de la crisis y sentar las bases de la recuperación. Unos presupuestos en los que además, aseguró, se ha hecho una contención del gasto «sin precedentes» -en su conjunto se reduce el 3'9% y el de los ministerios el 5'4%-.

 

Al explicar la subida de impuestos, Salgado recordó que, «afortunadamente», este país cuenta con una «amplísima» clase media que supone la base de la recaudación fiscal y explicó que se pide un esfuerzo «moderado» al grueso de la sociedad y otro «mayor» a los que «tienen más capacidad». Además, consideró que «no sería muy razonable» aplicar una subida de impuestos que recayera exclusivamente en el millón de personas que declaran ganar más dinero. «Lo importante es qué vamos a hacer con los recursos captados», señaló Salgado, quien recordó que las cuentas garantizarán la cobertura del desempleo, el aumento de las pensiones o la atención a la dependencia.