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Miles de personas y toda la clase política aragonesa mostraron ayer su apoyo a los trabajadores de la planta de General Motors de Figueruelas, en una manifestación que recorrió las principales calles de Zaragoza y durante la cual se rechazó de forma rotunda el plan industrial de Magna.

La marcha iba encabezada por una pancarta con el texto «Opel y auxiliares: por un plan industrial viable. Significa empleo y futuro para Aragón», tras la cual se situaron los representantes sindicales de la compañía automovilística y los líderes de UGT y CCOO en Aragón, Julián Lóriz y Julián Buey, respectivamente.

Durante la manifestación los trabajadores corearon consignas como «Esta lucha la vamos a ganar», «Europa escucha, Aragón está en la lucha», «Si esto no se apaña, caña, caña, caña», «Si esto no se arregla huelga, huelga, huelga», «Escucha Detroit, la lucha empieza hoy» o «Más empleo, menos planes».

A la protesta se sumaron representantes de los partidos políticos aragoneses (PSOE, PP, PAR, CHA e IU) y del Gobierno autonómico, por medio de los consejeros de Economía, Alberto Larraz, e Industria, Arturo Aliaga, y el alcalde de la ciudad, Juan Alberto Belloch.

Ésta es la primera gran manifestación que convocan los trabajadores de la factoría zaragozana desde que se conociera el plan industrial planteado para las plantas europeas de GM por la compañía de componentes Magna, con la que la multinacional automovilística estadounidense ha llegado a un acuerdo para venderle el 55% de su negocio europeo.

Para Figueruelas supondría perder casi 1.700 de los 7.500 empleos que tiene, el trasladado a Alemania del ensamblaje del Corsa tres puertas y parte del modelo de cinco.