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EFE-GRANADA El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, criticó ayer a los gobiernos autonómicos por poner «trabas» a las fusiones entre estas entidades. Quintás hizo esta consideración en la presentación en Granada de los resultados del primer semestre de las cajas de ahorros, cuyo beneficio se redujo el 32'7% hasta 3.445 millones de euros.

El presidente de la CECA explicó que una fusión es uno de los procesos con «mayor trascendencia» para una caja y que hay que estudiar con mucho detalle cómo resultará esa unión al final.

Añadió que, en contra de lo que puede suceder en el caso de las fusiones entre bancos, las cajas, en sus posibles procesos de unión, «juegan con restricciones, como las de los gobiernos autónomos, que «cuentan» en este tipo de procesos, y recordó que las comunidades nombran a una parte importante de los gestores de las cajas, y que incluso tienen influencia sobre una posible designación de su presidente, además de un «representante que vigila y que incluso en algunas regiones, las inversiones tienen que recibir la aprobación del gobierno regional».

Así, reflexionó y se preguntó «si una caja es insolvente como consecuencia de su gestión, si el gobierno autonómico no tienen responsabilidad en este asunto. «A ver si el Tribunal Constitucional es capaz de sentar criterios razonables», sentenció.

Respecto a la coyuntura económica, apuntó que 2010 será el año «más duro de la crisis» y que ahora sólo estamos en el «centro de la tormenta».
El presidente de la CECA explicó que algunos factores económicos influirán en que 2010 sea un año «verdaderamente incómodo», aunque aseguró que para eso, «las cajas se están preparando», e indicó que la inmensa mayoría de los informes prevén que la economía española seguirá contrayéndose el año que viene, lo que generará más paro y, por lo tanto, más morosidad para las entidades financieras.