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El presidente del PNV, Íñigo Urkullu, encabezó ayer por la mañana una marcha montañera con ikurriñas organizada por su partido hasta la Cruz del monte Gorbea, donde se desplegó una gran ikurriña y manifestó que «Euskadi no es Perejil ni un islote estratégico en el que algunos claven su estandarte como signo de conquista». «Euskadi es la patria de los vascos y lo va a seguir siendo», aseveró, para añadir que «los montes de Euskadi están regados por la sangre de los gudaris».

Esta iniciativa del Partido Nacionalista Vasco surgió a raíz de la colocación de una gran bandera española por un grupo de militares españoles en la Cruz del Gorbea la semana pasada, con motivo de unas maniobras del Ejército.

Íñigo Urkullu subió hasta la cruz de hierro ubicada en la cima del monte Gorbea, acompañado de otros dirigentes y cargos públicos del partido en Vizcaya como Andoni Ortuzar, Josu Erkoreka e Izaskun Bilbao, y de varios centenares de personas que han secundado el llamamiento del PNV y han desplegado una gran ikurriña.

«Hemos subido hasta aquí acompañados de nuestra bandera, de la ikurriña, que no pretendemos colocar en ningún lugar cual significado de conquista militar y que, para la mayoría de vascas y vascos, es símbolo de un sentimiento noble», dijo Urkullu, para añadir que la enseña vasca es «el compromiso de esa Euskadi en rojo de pasión, de libertad, verde de esperanza y del desarrollo, de confianza en nuestra gente, y blanco de paz, de respeto».