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EFE/EUROPA PRESS-MADRID El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, señaló ayer que el Gobierno se pronunciará sobre el cierre o no de Garoña «procurando mantener» su compromiso electoral y agregó que se tendrá en cuenta la seguridad de la central y del suministro eléctrico y la apuesta por las energías limpias.

Zapatero respondió así en el Senado a una pregunta de Pío García Escudero, del PP, sobre el futuro de la central nuclear burgalesa, después de que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) hiciera público un informe en el que se muestra a favor de una prórroga de diez años, siempre y cuando se refuerce la seguridad.

El jefe del Ejecutivo recordó que su partido concurrió a las pasadas elecciones con el compromiso de asegurar la suficiencia del suministro, apostar por las energías renovables y limpias y por un modelo energético basado en el ahorro y la protección ambiental. Este compromiso de «fondo», continuó Zapatero, viene acompañado de otro «igualmente claro» sobre la energía nuclear: «el cierre ordenado de las centrales conforme hubiesen ido cumpliendo su vida útil siempre que quedase garantizada la suficiencia del suministro a los ciudadanos y a las empresas».

«Mi primer compromiso es cumplir, siempre que sea posible, lógicamente, con los compromisos adquiridos», remachó Rodríguez Zapatero, quien también defendió que la democracia es el «respeto» a los procedimientos.

Por su parte, el presidente del PP, Mariano Rajoy, calificó de «pintoresca» la situación en la que se encuentra el Gobierno respecto al cierre o no de la central nuclear: «O va contra su discurso y su programa» (en caso de que decidiera prorrogar la licencia de explotación), «o va contra el sentido común» (en caso de que decida cerrarlo).

«Bueno, también cabe una fórmula intermedia que es ir contra su discurso, contra su programa y contra el sentido común», ironizó el líder popular.