El próximo lehendakari, Patxi López, días después de conocerse los resultados electorales en el País Vasco.

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Tras un tiempo en silencio, la banda terrorista ETA eligió el Día de la Patria Vasca, Aberri Eguna, para emitir un comunicado a través del diario Gara, en el que especifica que los «responsables políticos» del nuevo gobierno de Patxi López «serán objetivo prioritario de ETA».

En el comunicado asegura, además, que Patxi López es un «caudillo», que ha «impuesto» su estructura y que la banda no piensa renunciar a la lucha armada «mientras no se pase de los discursos a los hechos».

Además, especifican: «Al igual que advertimos de que el Gobierno de Ibarretxe sería el gobierno del fraude para cualquier abertzale, ahora queremos afirmar que el de López será el gobierno del fascismo y de la vulneración de derechos. En la medida en que no haya un cambio de actitud, los responsables políticos de esa estructura impuesta serán objetivo prioritario de ETA».

Asimismo, la banda quiere dejar constancia de su tenacidad en la lucha armada, asegurando que no la abandonará a menos que «se pase de los discursos a los hechos». «Mientras no se pase de los discursos a los hechos en los pasos para levantar un muro que detenga la represión y los ataques de los estados y para llevar a este pueblo a un escenario de autodeterminación, que nadie le pida a ETA que renuncie a la lucha con las armas para hacer frente al enemigo».

Desde su postura, la banda explica que «mientras lo derechos nacionales de Euskal Herria estén vulnerados y oprimidos, mientras se desarrolle la imposición de los estados contra su ciudadanía mediante armas y violencia, ETA reafirma el compromiso de seguir golpeando a los enemigos de Euskal Herria y a sus intereses».

Pero la banda terrorista va más allá en su comunicado y sus declaraciones alcanzan también a la formación Aralar. En este sentido, ETA anticipa que «la izquierda abertzale será castigada con dureza por el enemigo por su compromiso y su lucha, pero Aralar será castigada en la historia de este pueblo con adjetivos amargos». Y saluda, por contra, los 100.000 votos anulados, «los de la lucha y la dignidad, que no dudamos de que serán los cimientos más valiosos para la libertad de Euskal Herria».

ETA hace también mención del Aberri Eguna, sobre el que afirma que existen dos proyectos que colisionan: el independentista y el «impuesto» por los estados. Según explica, mientras los partidarios de este último «disponen de todos los medios y oportunidades para desarrollarlo, los partidarios de Euskal Herria nos encontramos negados, pisoteados y violados».