Rubalcaba, Zapatero y Rajoy, tras visitar la capilla ardiente. g Foto: JAVIER ETXEZARRETA/EFE

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OTR/PRESS-BILBAO/VITORIA El arma con la que el miércoles un etarra encapuchado acribilló al empresario Ignacio Uría no fue la misma con la que dos días antes de las elecciones generales, el 7 de marzo, ETA asesinó al ex concejal socialista de Mondragón (Guipúzcoa) Isaías Carrasco. Así se desprende de los primeros análisis realizados por la Policía autónoma vasca. El consejero vasco de Interior, Javier Balza, confirmó este extremo y además anunció que tanto el Ejecutivo autonómico como el Gobierno central reforzarán las medidas de seguridad sobre las obras del AVE vasco y las empresas que las ejecutan.

Según los primeros exámenes realizados por la policía vasca, los casquillos de la pistola con la que cometieron en Azpeitia el crimen contra Uría corresponden al calibre nueve milímetros Parabellum, al igual que los proyectiles que mataron a Carrasco. No obstante, y aunque coincida el modelo y el 'modus operandi' fuera similar, atacando a objetivos sin escolta que realizaban todos los días las mismas rutinas, las armas utilizadas no son las mismas, según han determinado los expertos de la Ertzaintza.

Además, según una información publicada por El Mundo, a pesar de que inicialmente se pensaba que eran dos los autores del atentado, el etarra que disparó a quemarropa a Uría y el que conducía el coche robado en el que huyeron, ahora los investigadores barajan que fueran tres los implicados. Así, un tercer etarra se quedó en el Alto de Itziar, donde calcinaron el coche que usaron en el atentado, esperando a sus dos compañeros con otro vehículo para continuar la huida y vigilando al dueño del coche que robaron.

El consejero de Interior vasco confirmó que el arma no fue la misma que se utilizó en el asesinato del ex concejal del PSE, aunque no quiso revelar más detalles sobre la investigación. Respecto a la autoría, no quiso avanzar ningún detalle y explicó que todavía los investigadores se encuentran analizando todas las cuestiones y que se irán conociendo los detalles.

Tras participar en la concentración de condena que se celebró ante la sede del Gobierno vasco en Vitoria, Balza sí quiso dejar claro que su departamento se «dejará la piel» para que la Y vasca siga adelante y aseguró que no la «van a conseguir parar unos terroristas». Subrayó que su departamento de Interior lleva «mucho tiempo» trabajando en la seguridad de la 'Y vasca', «con muchos mecanismos y bien coordinados con el Estado».

Así, anunció que están trabajando en dos mecanismos que son el acompañamiento institucional a los empresarios y al conjunto de agentes que intervienen en la obra, y «mecanismos específicos» en materia de seguridad. En este sentido señaló que se seguirán tres principios: «máxima discreción» para que las iniciativas «sean eficaces», ir «de la mano de la representación institucional de los empresarios» y que se trate de medidas «totalmente coordinadas» con los responsables del Estado, ya que «la obra se promueve por las dos instituciones».