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EFE-SAN SEBASTIÀN La organización terrorista ETA atentó contra la Ertzaintza al hacer explotar una bomba en la comisaría de este cuerpo policial en Zarautz (Guipúzcoa), que sufrió daños materiales, al igual que las casas colindantes, aunque no hubo heridos.

El atentado se registró sobre la 01.30 horas de la madrugada, después de que los terroristas lograran introducir en el interior del recinto de la comisaría una mochila que contenía un recipiente metálico con 5 kilos de explosivo, que estalló por la acción de un temporizador.

La bomba explotó junto al muro de piedra rematado por una valla metálica de la comisaría, de una altura de 1'50 metros aproximadamente, y causó un socavón de un metro de diámetro en el jardín que rodea el edificio policial, además de importantes daños en la zona del garaje y los vestuarios del centro policial y de numerosos desperfectos en varias viviendas cercanas por la acción de la onda expansiva.

La colocación de esta bomba constituye la cuarta acción violenta perpetrada por ETA después de que la organización terrorista anunciara en junio el fin del alto el fuego.

El consejero vasco de Interior, Javier Balza, quien visitó esta mañana la comisaría de Zarautz, explicó que la bomba estaba compuesta por entre 3 y 5 kilos de amonal o amosal y subrayó que las medidas de seguridad del centro policial impidieron que los terroristas pudieran colocar el artefacto en una zona más cercana al edificio, dotado de sistemas de grabación y de «todos» los medios de protección.

Balza destacó que «por desgracia» ya ha habido muchas pruebas de que la Ertzaintza es «un objetivo prioritario para ETA», tras lo que explicó que la banda dispone de una red de terroristas «legales» (no fichados por la Policía) «con capacidad limitada de actuar tras las últimas detenciones en Francia» pero que pueden cometer atentados «sencillos» como éste en cualquier parte del territorio.

El consejero insistió en que la comisaría está dotada con todos los sistemas de seguridad, pese a que sindicatos de la Ertzaintza como ErNE o Esan coincidieron en reclamar «más medios» para garantizar la protección de los agentes.

ErNE llegó a pedir la dimisión del viceconsejero de Seguridad, Mikel Legarda, al que responsabilizó de la «reiterada reducción de las medidas de seguridad de los ertzainas y el sistemático incumplimiento de las mismas por parte del departamento de Interior».