El dirigente de Askatasuna Juan María Olano ingresó ayer en prisión incondicional y sin fianza. Foto: EFE

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El juez Baltasar Garzón ordenó ayer el ingreso en prisión provisional y sin fianza del dirigente de Askatasuna Juan María Olano por los delitos de integración en banda armada (por el que ya está procesado) e inducción al terrorismo callejero durante la manifestación ilegal que lideró el domingo en apoyo a los presos de ETA. El titular del Juzgado Central de Instrucción número cinco de la Audiencia Nacional así lo acuerda en un auto, en el que señala que Olano, con su participación en esta manifestación de San Sebastián, incitó «claramente» al mantenimiento y desarrollo del acto «de carácter ilegal» y con «clara conciencia» de que podían producirse hechos graves «como en efecto ocurrió».

Añade el magistrado que la posición destacada de Olano en Askatasuna le otorga capacidad «de influir decisivamente» sobre aquellos que, siguiendo sus directrices, «acudieron a la manifestación» y asegura que el acusado «prevé el peligro concreto de lesión de un bien jurídico» y pese a ello, señala el auto, «ejecuta» la convocatoria e incitación a participar en la protesta del domingo. Baltasar Garzón argumenta la necesidad de acordar la prisión del portavoz de Askatasuna porque con esta última acción (la convocatoria de la manifestación) ha llegado a «escenificar un auténtico desafío a las instituciones incitando a la comisión de delitos terroristas» y el juez muestra su convencimiento de que volvería a actuar de la misma forma.

También ordena su ingreso en la cárcel porque, explica, la manifestación de San Sebastián se enmarca «en el conjunto de acciones terroristas gravísimas desarrolladas por ETA» y ante el riesgo «objetivo» de fuga, como ya hizo en noviembre de 2001 cuando huyó a Francia.

Allí fue detenido en 2001 en cumplimiento de una orden de busca y captura dictada por Garzón que le procesó por pertenencia a banda armada a través de su actividad en Gestoras y tras ser extraditado por Francia en 2003, permaneció en prisión provisional hasta septiembre de 2005, fecha en la que depositó la fianza de 100.000 euros que le impuso la Audiencia Nacional para poder eludir la cárcel y que después se le rebajó a 60.000.