Trichet, presidente del BCE, anunció que estarán vigilantes para una posible subida de tipos. Foto: ARNE DEDERT/EFE

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OTR/PRESS-MADRID/FRÀNCFORT Las previsiones más prudentes se han cumplido. El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) decidió ayer mantener los tipos de interés en el 4% después de haber aplicado el pasado mes de junio una subida de un cuarto de punto que situó el precio del dinero en el nivel más alto desde agosto de 2001. El presidente de la máxima autoridad monetaria europea, Jean Claude Trichet aseguró que la entidad se mantiene «en el lado acomodaticio» en función de los últimos datos económicos, pero sin cerrar la puerta a una próxima subida de tipos.

Aunque en la pasada reunión de agosto el BCE dio señales que apuntaban a una nueva subida de tipos en septiembre, las turbulencias financieras provocadas por la crisis inmobiliaria que vive Norteamérica han hecho que la institución cambie el guión en el último momento. Algo que, según estimaciones de expertos y analistas, contribuirá a moderar el Euribor y, por extensión, el peso hipotecario.

En la jornada de ayer, diversos bancos de inversión apuntaban la posibilidad de la subida hasta el 4'25%, con ABN Amro al frente. Pero, después de que los mercados reaccionaran a la baja, el BCE anunció ayer que procedería a una nueva inyección de liquidez en el mercado con el objetivo de frenar la volatilidad que se había detectado. Así, esta mañana inyectó en el mercado mas de 42.000 millones de euros.

Esta era la quinta vez que la máxima autoridad monetaria europea acometía este tipo de movimientos desde agosto, tratando con ello de paliar la escasez de liquidez derivada del temor a la extensión de la crisis hipotecaria, que ha llevado a muchas entidades a preferir mantener su efectivo en vez de prestarlo a otros bancos. El comité del banco señaló en su último informe de inflación correspondiente a agosto que su proyección era que los precios se mantuvieran en torno al objetivo del 2%.

El presidente del BCE, Jean Claude Trichet, compareció ante los medios para explicar la última decisión de la entidad. Aunque el Banco se mantiene «en el lado acomodaticio», apuntó que «dado el alto nivel de incertidumbre es necesario recopilar más información antes de establecer conclusiones sobre la política monetaria». De esta forma, la hasta entonces política alcista de tipos iniciada en diciembre de 2005, tras mantenerlos al 2% para sustentar la recuperación económica, se ha frenado hasta nuevo aviso.