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La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, manifestó que la remodelación anunciada demuestra que la legislatura no está agotada y aún tiene mucho recorrido por delante.

El anuncio de remodelación provocó un aluvión de reacciones por parte de los dirigentes políticos, entre ellos el líder del PP, Mariano Rajoy, quien advirtió de que el crédito político no se recupera por el hecho de cambiar a cuatro ministros. A su juicio, la decisión del presidente del Gobierno es «irrelevante» y la calificó de una «operación cosmética» que llega tarde, ya que, para él, la legislatura está acabada.

Aunque haya una mujer menos en el Gabinete, el Gobierno sigue cumpliendo sobradamente con la paridad, según Fernández de la Vega, quien fijó «cuatro tareas de primera para cuatro ministros de primera».

Y detalló esas labores: realzar el carácter científico e innovador de la Sanidad, ampliar la presencia y la fuerza de la lengua y la cultura españolas, reforzar el derecho constitucional a una vivienda digna, y situar a las administraciones públicas españolas entre las más avanzadas de Europa.

Por el contrario, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, elogió la decisión y destacó que pretende revalidar la confianza de los ciudadanos ante las elecciones generales del próximo año. Precisamente, no faltaron las críticas que tacharon de electoralista el anuncio, como las provenientes de Convergencia i Unió, Coalición Canaria o Esquerra Republicana de Catalunya. Por parte de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares confió en que el nuevo Gobierno dé un giro a la izquierda.

Se sucedieron también las declaraciones en favor y en contra de la labor realizada por los ministros salientes y de las expectativas que generan quienes asumirán nuevas responsabilidades en el Gabinete. De forma especial y desde el ámbito científico se reconoció la trayectoria de Bernat Soria y las esperanzas que aporta su incorporación al Ejecutivo, que tendrá en Carme Chacón, de 36 años, a la ministra más joven de toda la legislatura.