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OTR PRESS/EFE-BILBAO
El PSE no se reunió con la ilegalizada Batasuna, sino con la izquierda abertzale. Esta es la curiosa diferenciación que el secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, y el coordinador de la Ejecutiva del partido, Rodolfo Ares, defendieron ayer en su declaración ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) en la causa que se sigue contra ellos por la reunión que en julio del año pasado mantuvieron con Arnaldo Otegi y otros dos dirigentes 'abertzales', Rufi Etxeberria y Olatz Dañobeitia.

López insistió en que no desobedecieron la sentencia del Tribunal Supremo que ilegalizó a Batasuna porque no se reunieron con una formación política ilegalizada, sino «con personas que, en cuanto tales, no estaban ilegalizadas y, por tanto, tenían sus derechos cívicos y políticos plenamente vigentes».

López se mostró además convencido de que no habrá foto en el banquillo de los acusados porque, según él, no hubo delito. «Sigo pensando que no habrá foto (en el banquillo)», opinó López, quien se mostró convencido de que este proceso «acabará en absolutamente nada» y acusó al PP y a su «satélite», el Foro de Ermua -cuya querella inició el procedimiento-, de llevarles a los tribunales «por no plegarnos a sus estrategias».

Además, recordó que esa reunión, que se celebró en un hotel de San Sebastián y en la que estuvieron presentes Arnaldo Otegi, Rufi Etxeberria y Olatz Dañobeitia, contó con el «aval» y el «control» de los propios jueces, ya que el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón autorizó expresamente la misma cuando la plataforma Dignidad y Justicia pidió su prohibición.