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El arzobispo de Madrid y cardenal, Antonio María Rouco Varela, aseguró ayer en su homilía por los dos ecuatorianos asesinados por ETA en el atentado de Barajas que «en España no falta la paz porque haya guerra, sino porque hay terroristas que amenazan la vida y la libertad de sus semejantes».

Se refirió al «terrible atentado terrorista de ETA» del pasado día 30 de diciembre «en pleno tiempo de la Navidad», a los «enormes» daños materiales, a las «incontables» personas afectadas, a los «numerosos heridos, los perjudicados en sus planes de viaje, el personal del aeropuerto, los dueños de los automóviles y de otros objetos destruidos por el mismo».

Durante la homilía celebrada por Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate, celebrada ayer en la parroquia de San Pedro Apóstol en el pueblo de Barajas, Rouco señaló que «el terrorismo sólo se le supera definitivamente cuando las conciencias se conviertan, sanen, y consideren y estimen a la persona y a sus derechos como inviolables y parte esencial del bien común».

«Y cuando -agregó- diseñen y apoyen proyectos sociales, culturales y políticos, inspirados en los valores de la libertad, de la concordia y de la unidad solidarias».

Sin embargo, apreció Rouco, «lo más doloroso, lo cualitativamente más doloroso ¡con mucho! fue la muerte de nuestros hermanos Carlos Alonso y Diego Armando, ciudadanos ecuatorianos que, como tantos de sus compatriotas, habían venido a España para mejorar las condiciones materiales de sus vidas y las de sus familias, pero también a compartir con nosotros trabajo, servicio y sacrificios en aras del bien común de todos los españoles».