El líder convergente ha agregado: «Ya lo advertí muchas veces: es mejor que se hable por la fuerza de las urnas y a la luz de éstas que no que después se hagan unos cuantos pactos en la oscuridad de los despachos».
En su opinión, «lo más preocupante de todo es un tripartito bis pero en peores condiciones incluso que el anterior», porque «el partido principal es más débil y los pequeños más fuertes. El President es el gran perdedor de las elecciones y la falta de liderazgo es evidente».
Mas no confía en el éxito del tripartito, y lamenta que se escondieran las intenciones de reeditar el pacto «abusando de la buena fe y de la buena voluntad de muchas personas que fueron a votar». En su opinión, no es lógico que se reedite una fórmula que ha fracasado «clarísimamente». El líder de CiU asegura que hay una operación sistemática para «aislarnos e impedirnos que podamos gobernar las instituciones catalanas».
Por su parte, el primer secretario del PSC y próximo presidente de la Generalitat, José Montilla, aseguró «entender que haya gente expectante y razonablemente escéptica» con el tripartito catalán, pero confió en que sepan «estar a la altura». «No sólo por lo que el PSC o yo nos jugamos, por lo que se juegan los demás también y, sobre todo, por lo que se juega el país. De no ser así, la izquierda pagará un coste insuperable», advirtió.
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