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AGENCIAS-SAN SEBASTIÀN/BILBAO
La alcaldesa de Pasaia, Izaskun Gómez Cermeño (PSE-EE), mostró ayer su «más enérgica condena y mayor indignación» por los ataques perpetrados contra el Consistorio del municipio y descubiertos ayer por la mañana por empleados municipales. La primer edil afirmó que «todos los hechos de este cariz son lógicamente condenables», y lamentó que «tristemente están ocurriendo día tras día y, sobre todo, los fines de semana».

Además, explicó que los atacantes han rajado las sillas del salón y han destrozado otros elementos del mobiliario de éste. Por todo ello, reiteró su «más enérgica condena» por el ataque contra el Ayuntamiento, «que es la casa de todos los pasaitarras, lo que puede tener una lectura si cabe más grave».

En declaraciones a Europa Press, Gómez Cermeño señaló que «todavía no hay posibilidad de evaluar los daños porque en este momento la Ertzaintza y Guardia municipal se encuentran elaborando el correspondiente informe», aunque aseguró que «los daños mayores han tenido lugar en el salón de Plenos, en el que han realizado pintadas con frases como 'De Juana Chaos askatu' o 'PSE asesino'».

Por último, destacó que este ataque de kale borroka «tiene que remover muchas conciencias», y mostró su deseo de que «un sector de la población pasaitarra esta vez lo condene».

Eusko Alkartasuna (EA) ha condenado el ataque y sostiene que estos actos violentos «son un claro obstáculo para el proceso normalización política».

EA expresó en un comunicado su solidaridad con la corporación municipal y con los trabajadores del Ayuntamiento de Pasaia, a cuyo interior accedieron unos desconocidos la pasada madrugada para provocar numerosos destrozos y realizar pintadas contra el PSOE y exigiendo la excarcelación del etarra Iñaki de Juana Chaos.

«Estos actos atentan contra los principios elementales de la democracia» y obstaculizan el proceso de normalización política, agregó EA. La formación que preside Begoña Errazti subrayó que «la voluntad mayoritaria de la sociedad vasca» aboga «por una convivencia pacífica» y por el «respeto de todos los derechos humanos».