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El Gobierno puso ayer en marcha el procedimiento que llevará con toda probabilidad a que el Consejo de Ministros del próximo viernes disuelva el Ayuntamiento de Marbella por su gestión «gravemente dañosa para los intereses generales», en una decisión sin precedentes en la reciente historia de España.

Tras la reunión del Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, explicó la voluntad del Gobierno es actuar «con toda rotundidad», una vez confirmados los indicios delictivos.

La decisión del Ejecutivo se fundamenta en la Ley Reguladora de Bases del Régimen Local y la Ley Electoral General, cuyos artículos 61 y 183, respectivamente, fijan los aspectos formales necesarios para iniciar el procedimiento de disolución de una Corporación.

En función de los mismos el Gobierno ya ha pedido formalmente informes a la Comisión Nacional de Administración Local y al Senado sobre la disolución del Consistorio para que el viernes próximo el Consejo de Ministros pueda aprobar un real decreto de disolución.

El Senado emitirá su informe hoy mismo (por la tarde lo ratificará el Pleno), mientras que la CNAL lo hará mañana por la mañana.

La vicepresidenta Fernández de la Vega subrayó ayer, tras la reunión extraordinaria del Consejo de Ministros, que no es posible convocar elecciones anticipadas en Marbella, ya que la ley fija que no pueden celebrarse si el mandato del nuevo Consistorio va a ser inferior a un año.