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RAÚL CORTÉS-SANTA CRUZ
Los dos altos ejecutivos de la petrolera hispano-argentina Repsol YPF en Bolivia acusados de un supuesto contrabando de petróleo salieron ayer en libertad bajo fianza tras una tensa jornada que comenzó con su detención en plena madrugada.

Al abandonar las dependencias policiales, Gavito reiteró su inocencia y volvió a asegurar que «no hubo contrabando». Preguntado por los periodistas sobre si tiene confianza en Bolivia y en sus autoridades, respondió con un escueto «naturalmente» y una lacónica sonrisa, y anunció que va a permanecer en la nación andina a la espera de que se resuelva el contencioso.

Con el cansancio y la agitación reflejados en el rostro, el español Julio Gavito, presidente de Andina, la filial boliviana de Repsol YPF, y el gerente de operaciones, el argentino Pedro Sánchez, salieron de la Policía Técnica Judicial (PTJ) de Santa Cruz, en el oriente tropical del país, sobre las 14.30 horas locales (las 19.30 horas en Balears).

Así lo dispuso, además, el juez Zenón Rodríguez, de la Corte Superior de Distrito de Santa Cruz, al dejarlos en libertad con medidas sustitutivas, que van desde un arraigo que les impide viajar al extranjero, hasta la obligación de presentarse una vez al mes ante los fiscales que llevan el caso.