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Francia y España unen sus posturas en materia energética de cara al Consejo Europeo de este mes. Ayer sus dos jefes de Gobierno quisieron unir sus fuerzas en la necesidad de establecer una política energética europea común a favor de los grandes grupos energéticos. Eso sí, con acuerdos, no a través de OPA hostiles, sino «con condiciones lógicas» y garantizando el abastecimiento.

Zapatero alertó de la dependencia energética que soporta nuestro país en la actualidad, importando, según el, un 80% de la energía que se consume. «Esto no es una cuestión de países abiertos o menos abiertos, ni de más o menos proteccionismo. El problema es que el capital circula libremente, pero la energía no. Por eso es normal que España y Francia estén de acuerdo en esta cuestión», afirmó.

José Luis Rodríguez Zapatero y el primer ministro francés, Dominique de Villepin, se reunieron en el Palacio de la Moncloa para analizar la colaboración en la lucha contra el terrorismo, la situación energética en la UE y otras cuestiones de política internacional.

Ambos líderes políticos coincidieron en aprobar la existencia de una política energética europea común con grandes grupos, sobre todo en sectores estratégicos como el de la energía. Pero todo ello a través de alianzas amistosas y no de manera hostil.

El presidente español defendió una política energética común de la UE, que podría pasar por la construcción de grandes grupos europeos, para garantizar así la seguridad energética del conjunto de la Unión y de cada uno de los países miembros. «Sí a una política energética común. Sí a grupos europeos garantizando seguridad, interconexión y sobre todo haciendo las cosas como se hacen en la Unión Europea: mediante diálogo, juego justo y acuerdos», explicó Zapatero.