ERC cree que dejar el término nación para el preámbulo supone aprobar un Estatut rebajado y desdibujado.

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La ponencia que ha estudiado en el Congreso la reforma del Estatut catalán ya es historia. En su última reunión ha aprobado el preámbulo del texto, lo que da paso a los trabajos en la Comisión Constitucional, a partir del jueves, y a que el referéndum se celebre antes del verano. ERC ha votado en contra y eso, para el PSC, hace muy difícil justificar su permanencia en el tripartito. Satisfacción tanto en CiU como en el PSOE; en el caso de los socialistas, por la constitucionalidad del texto aprobado. Para el PP, en cambio, y a pesar de la «gruesa capa de maquillaje», sigue conteniendo violaciones a la Carta Magna.

Manuela de Madre, ponente del PSC, aseguró que las críticas de los ERC al Estatut hacen «muy difícil de justificar» su permanencia en el Gobierno catalán. «Me entristece mucho que en este momento histórico, ERC esté pensando más en el regate corto y en su competencia con CiU que en aprobar el mejor Estatut de nuestra historia», explicó.

Ahora el futuro del Estatut pasa por la Comisión Constitucional del Congreso. El debate, que será público, comienza el jueves y están previstas otras cuatro reuniones, para los días 10, 13, 15 y 17 de este mes. El dictamen que salga de la comisión se aprobará antes del día 27, fecha que se han marcado los grupos parlamentarios para esta reforma estatutaria. Aquí se analizarán la decena de desacuerdos que mantienen la delegación del Parlament de Catalunya y la del Congreso.

Estos desacuerdos no han impedido la aprobación del preámbulo en la última reunión de la ponencia. Ese preámbulo, como estaba anunciado, recoge la definición de nación consensuada por el Gobierno y CiU. El PP y ERC votaron en contra de la misma pero por motivos bien distintos. El presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, aseguró que dejar el término nación para el preámbulo supone aprobar un Estatuto «sensiblemente rebajado, desdibujado y alejado» del que salió del Parlament.

Federico Trillo, ponente de los 'populares', aseguró que la definición «no es aceptable» porque, además de ser inconstitucional, «es definidora de esa especie de proceso de reforma constitucional encubierta» que para el PP supone el Estatuto catalán. Diego López Garrido, portavoz del PSOE, defendió la «plena constitucionalidad» del preámbulo. «Tenemos un texto muy bueno para los catalanes y los españoles», sentenció López Garrido.