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OTR/PRESS-MADRID/BILBAO
Ricardo Sainz Olmos, colaborador del 'comando Vizcaya' de ETA que estaba internado en la prisión de Madrid VI, murió ayer a consecuencia de un infarto. Tenía 41 años. Es el segundo preso etarra que pierde la vida en la cárcel esta misma semana. El anterior fue Igor Angulo, que se suicidó el lunes en el centro penitenciario de Cuenca.

Sainz Olmos estaba acusado de colaborar con el 'comando Vizcaya' de ETA, junto con su novia, Ana López Barrio, también detenida en aquella operación, por ocultar en su domicilio a un miembro de la banda.

La banda terrorista mandó un comunicado al diario 'Gara' en el que responsabiliza al Gobierno de estas muertes y critica al PNV por prohibir los homenajes. Y las protestas no se hicieron esperar. La Ertzaintza disolvió una manifestación no autorizada en Vitoria y detuvo a una persona por los incidentes que se produjeron.

El preso comenzó a sentirse mal y su compañero de celda alertó a los funcionarios. En la enfermería comprobaron que sufría una parada cardiorrespiratoria, pero ni los médicos de la prisión ni los del servicio de urgencias de la Comunidad de Madrid pudieron hacer nada para salvarle la vida. La banda terrorista culpa de ambas muertes a «la política de exterminio que diseñan los políticos-carcelarios». «Igor está muerto como consecuencia de la política opresora que el Gobierno del PSOE mantiene en vigor contra los presos políticos vascos. El Gobierno del PSOE y todos los partidos que colaboran con ellos son responsables de la muerte de Igor», aseguran los terroristas.

Desde la muerte de Igor Angulo se han convocado actos de protesta por la situación de los presos etarras, algunos de ellos prohibidos por el Gobierno vasco. Tras conocerse la noticia del segundo fallecimiento se produjo en Vitoria una manifestación que la Ertzaintza disolvió.

Los efectivos de la Ertzaintza tuvieron que recurrir a material antidisturbios cuando los manifestantes comenzaron a lanzarles objetos. Incluso cruzaron contenedores y algunos coches en la calle. Un ertzaina resultó herido con una contusión en la frente.

La Consejería de Interior del Gobierno vasco, además, ha decidido no permitir una manifestación convocada para hoy en la localidad vizcaína de Santurce. El Departamento que dirige Javier Balza asegura que en las concentraciones y marchas que se han celebrado en los últimos días, tras la muerte de Angulo, «se exhibieron o profirieron lemas amenazantes o de enaltecimiento de ETA». La previsión es que sucediera lo mismo en esta nueva convocatoria, por lo que se ha optado por impedirla.

ETA también tuvo reproches para el PNV. Acusa al consejero de Interior de «prohibir los actos de homenaje a Angulo, mostrando la misma postura que los jueces fascistas y manda a la Policía autonómica española a golpear al pueblo». La banda terrorista asegura que estas prohibiciones se están convirtiendo en una «grave costumbre» de los dirigentes nacionalistas.

Por otra parte, ayer la Policía francesa detuvo ayer en San Juan de Luz al presunto etarra Francisco Javier Larequi, buscado desde hace más de diez años por pertenencia a banda armada.