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Las Administraciones Públicas alcanzaron en 2005 el primer superávit de la historia de la democracia, que se situó en 10.000 millones de euros, el 1,1% del Producto Interior Bruto (PIB) en términos de contabilidad nacional, anunció el vicepresidente segundo, Pedro Solbes.

Tras calificar de «históricas» estas cifras, Solbes aseguró que en dos años el Gobierno socialista ha reducido el déficit «en mayor medida» que el Ejecutivo del PP en toda la legislatura anterior.

El ministro de Economía y Hacienda explicó en rueda de prensa que este saldo fue resultado de los superávit del Estado -también el primero-, del 0,36% del PIB, y de la Seguridad Social, del 1,06%, que compensaron los déficit del 0,22 y del 0,14 por ciento registrados por las comunidades autónomas y las corporaciones locales, respectivamente.

Tanto el superávit del Estado como el global, aseguró, «le será devuelto a los ciudadanos en forma de rebaja de impuestos» y permitirá seguir reduciendo la deuda pública y afrontar «en mejores condiciones» los retos del futuro, especialmente el envejecimiento de la población. La deuda pública cayó en 2005 en más de tres puntos, hasta el 43,4 por ciento del PIB, y el Gobierno mantiene el objetivo de que la reducción alcance los diez puntos al final de la legislatura, hasta el 36 por ciento.

Para Solbes, el «hito» logrado en la historia de la Hacienda Pública demuestra que es «compatible» la redistribución de la riqueza y la prestación de servicios públicos con un sistema fiscal con «alta capacidad recaudatoria, suficiente para cubrir los gastos y tener un ligero superávit».

Especialmente relevante consideró el saldo positivo de la Administración central, siete décimas superior al de 2003, y matizó que lo compara con ese año porque en 2004 se hizo frente a deudas extraordinarias como la de Andalucía y la de Renfe, que hicieron que las cuentas derivaran en déficit.

También consideró «interesante» la mejora del saldo de las Comunidades Autónomas, a pesar de que sigue siendo deficitario y de que se había previsto equilibrio, y recordó que al aplicar el Plan de Estabilidad se ha comprobado que muchas de ellas no están en situación de déficit cero, sino que tienen «serias dificultades».

España es, junto con Finlandia, el único país de la zona euro con sus cuentas saneadas, frente a un déficit medio cercano al 3%, y superior a esta cifra en cinco Estados. Para el ministro Solbes, la mejor posición de España se debe a las «prudentes» políticas fiscales aplicadas por el Gobierno.