La viuda de Fernando Buesa, Natividad Rodríguez, junto al secretario general del PSE, Patxi López.

TW
0

EFE/OTR-MADRID
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, garantizó ayer que no negociará la autodeterminación del País Vasco ni pagará un precio político para el fin del terrorismo, y lamentó la sucesión de «mentiras» del PP en este asunto, en el debate sobre el Estatut o en la guerra de Irak.

En ese contexto, consideró que faltar a la verdad es una actitud poco rentable en política, y los hechos y la memoria reciente deberían servir al líder del PP para darse cuenta de ello. Acusó a los dirigentes de este partido de «mentiras» en relación con este asunto, con la negociación del Estatut de Catalunya o con la guerra de Irak, pero consideró que todo quedará en su sitio porque los ciudadanos tienen memoria.

Zapatero respondió así a una pregunta del líder del PP, Mariano Rajoy, ante el pleno del Congreso, en el que la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, quien contestó también a sendas preguntas de Angel Acebes y Eduardo Zaplana, aseguró que el camino de la paz se plantea sólo en términos de legalidad.

Rajoy pidió al jefe del Ejecutivo, en una tensa sesión de control parlamentaria, que aclarara si ante un posible proceso de paz en el País Vasco estaba dispuesto a negociar la autodeterminación o a pagar algún precio político. Zapatero respondió con un «no» rotundo, recordó que este derecho no existe en el ordenamiento constitucional español y dijo que eso lo sabe el líder del PP, por lo que se preguntó la intencionalidad de su pregunta.

Zapatero sentenció que «nos llevaron con mentiras a una guerra y ahora quieren poner mentiras en la expectativa de paz». Rajoy consideró «un mal asunto» que Zapatero tenga que hablar de la guerra de Irak y le acusó de tener problemas en relación con la política antiterrorista no sólo con el PP, sino también con las víctimas del terrorismo y con gente de su partido.

Además, acusó al presidente del Gobierno de hacer cosas que «nadie entiende», de crear muchos problemas, confusión e inquietud, de improvisar, y de gobernar y aspirar a una tregua «como sea». Rajoy lamentó que Zapatero parezca que «aspira a una tregua como sea».