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Los GRAPO asumieron ayer la autoría del tiroteo en el que resultó herido grave el empresario Francisco Colell y muerta su esposa Ana Isabel Herrero, mediante una carta dirigida a varios medios de comunicación cuya autenticidad intentan verificar las Fuerzas de Seguridad del Estado.

Por su parte, el director de la Guardia Civil, Carlos Gómez Arruche, dijo ayer en la Comisión de Interior del Congreso que «no hay elementos objetivos» que demuestren que fueran los GRAPO, y agregó que «no se tiene conocimiento de una nueva campaña» de extorsión a empresarios, tras la que llevó a cabo en 1998.

La Dirección General de la Policía consideró ayer «creíble» la reivindicación del tiroteo, ocurrido el pasado 6 de febrero en Zaragoza, a la vez que recordó en un comunicado que ya investigaban la hipótesis de que los autores fueran los GRAPO.

Por su parte el delegado del Gobierno en Aragón, Javier Fernández, aseguró que la «investigación esta viva», y que hasta que no acabe no se podrá confirmar que los GRAPO sean los responsables del tiroteo, «ya que los autores podrían ser miembros de una organización mafiosa amparada bajo unas siglas para obtener mejores beneficios».

En la carta, de dos folios y remitida a distintos medios de la capital aragonesa, los GRAPO asumen la autoría de los hechos y señalan que forman parte de una campaña de «cobro del impuesto revolucionario», y que los que intervinieron en esta acción «tenían orden de ejecutarlos inmediatamente si se negaban al pago».

El matrimonio fue tiroteado a primeras horas de la noche en el garaje del inmueble donde tiene las oficinas su empresa, que se dedica, entre otras actividades, a prestar servicios sociales para distintas Administraciones del Estado. En la carta de reivindicación de los supuestos o reales GRAPO, se hace hincapié en que el trabajo de esa empresa la relacionaba de modo significativo con la dirección general de Instituciones Penitenciarias.

El empresario superviviente de la agresión, Francisco Colell, dijo ayer que él «tenía muy claro quienes eran los autores porque ellos mismos lo dijeron», y además porque identificó a dos de ellos en las fotografías que le mostraron los policías al cargo de la investigación.

La militante histórica de los GRAPO Josefina García Aramburu llegó ayer a Madrid tras ser extraditada por Francia -donde fue detenida en 2002-, para ser juzgada por su presunta integración en ese entramado terrorista.