Vista general de la plaza del Obradoiro durante el discurso de Touriño, nuevo presidente de la Xunta.

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El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, se comprometió ayer a «gobernar» para «todos los gallegos», indistintamente de su «color político», y a hacer de Galicia «un referente en el debate de la organización territorial del Estado», ante la inminente reforma del Estatuto de Autonomía. Pérez Touriño prometió su cargo en el Parlamento, acompañado de numerosas autoridades, dirigentes políticos y representantes de la cultura, y concitó momentos después a cerca de 2.000 personas en un festejo celebrado en la plaza compostelana del Obradoiro.

En los dos discursos pronunciados, anunció que será el primero en trabajar al «servicio del país». «Todos los ciudadanos y todas las instituciones, sea cuales fueran sus opiniones o su color político merecerán el mismo respeto y atención», sentenció. Este acto simboliza la «apertura de un nueva etapa histórica» porque dará paso a un Gobierno «inédito», explicó, formado por la «socialdemocracia galleguista» del PSdeG-PSOE y del «nacionalismo democrático» del BNG, cuyo líder y futuro vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, le acompañó en la celebración.

Pérez Touriño ratificó que «lo fundamental» de la nueva etapa será la «renovación democrática» y la «profundización en el autogobierno», la creación de empleo «estable y de calidad», la apuesta por la educación y la investigación, así como la construcción de una Galicia «socialmente avanzada». El presidente de la Xunta puntualizó que defenderá siempre una vía en la que la identidad «no ponga límites a la solidaridad» e insistió en que los ciudadanos el 19 de junio eligieron un cambio «que no es sólo de personas ni de partidos». Quintana, que tomará posesión de su cargo junto con los doce consejeros de la Xunta mañana, confesó que cuando llegan estos momentos «las horas tardan más en pasar», porque existe «un gran deseo de empezar a gobernar».