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Después de que el PSC acusara de deslealtad a ERC por su invocación a los derechos históricos en el texto del Estatuto, el presidente de la formación, Josep Lluís Carod-Rovira, aseguró ayer que la única lealtad que debe ERC es a Catalunya. El líder republicano, que se mostró satisfecho por el proyecto de Estatuto que fue aprobado el viernes por la comisión del Parlamento de Catalunya, aseguró que se nota la mano de su formación en un 90 por ciento.

En este sentido, afirmó que su formación no entrará a pelearse con nadie «y menos con alguien con quien compartimos gobierno en Catalunya», porque los republicanos quieren «mirar hacia adelante con actitud positiva» y «la historia de la deslealtad no la entiende ni se la cree nadie». Según el líder republicano, las diferencias entre ERC y el PSC en la reforma del Estatuto no deben influir en la marcha del Gobierno de la Generalitat porque el Gobierno tiene puntos de vista «en los que no coincidimos los tres partidos puesto que somos tres partidos diferentes con ideologías y objetivos distintos», aunque eso no quiere decir que sean insalvables.

Durante el discurso inaugural del Consejo Nacional Extraordinario de ERC en Barcelona, Carod-Rovira señaló que las diferencias surgidas la última semana entorno a la redacción del Estatuto son un pequeño terremoto en el que cada partido «ha querido marcar su territorio». El líder republicano quiso recalcar que ERC ha sido leal con el acuerdo del gobierno tripartito de la Generalitat para mejorar el sistema de financiación de Cataluña, pero también hizo un gesto votando la propuesta de CiU poniendo la financiación como derecho «porque esto suponía alargar la mano a CiU para incorporarlos en el consenso del Estatuto».

Sin embargo, el presidente de ERC aseguró que el Estatuto no es una competición de lealtades, sino que la única lealtad de su formación es a Catalunya. Para Carod-Rovira, esta lealtad está supeditada a entenderse con los partidos políticos que hagan falta «y que entendamos que sean útiles para el futuro de Catalunya», precisamente porque el Gobierno catalán «no es un gobierno monocolor».

El viceprimer secretario y portavoz del PSC, Miquel Iceta, expresó su esperanza de que en el mes de septiembre tanto CiU como ERC estén «dispuestos a rectificar y ponerse a trabajar para hacer el Estatut de todos, no el de un partido o el de otro».

Iceta respondió así a las declaraciones de Carod, en las que afirmaba que «en un 90%» del texto del Estatut «se notaba la mano de Esquerra Republicana».

Desde el PP, la secretaria de Política Autonómica y Local, Soraya Saenz de Santamaría, responsabilizó al presidente del Gobierno del «lío mayúsculo» en el que se ha convertido la reforma del Estatuto catalán y le acusó de haber apoyado una «estrategia suicida para el futuro de España».

El consejo nacional extraordinario de ERC, acordó ayer que apoyará la aprobación de la reforma del Estatut de Balears en las Cortes Generales «si prevé una financiación justa, la igualdad lingüística y competencias en inmigración».

«En el caso de que la propuesta que llegue a las Cortes no incluya estos tres puntos, Esquerra hará todo lo que esté al alcance de los grupos parlamentarios en Madrid para introducirlos», prosigue la resolución aprobada con la unanimidad de los 145 consejeros nacionales de la formación.