El presidente del Congreso, Manuel Marín, recibió ayer al presidente del Parlament catalán, Ernest Benach.

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EFE-MADRID/BARCELONA
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, hizo ayer un llamamiento a los miembros de su partido durante la Ejecutiva Federal pidiendo seriedad, calma y rigor a la hora de expresar opiniones respecto al nuevo Estatut de Catalunya, al menos hasta que el proyecto estatutario esté aprobado en comisión por el Parlament y sea un poco más definitivo.

Tras la ejecutiva del PSOE, Blanco pidió no opinar sobre el borrador del nuevo Estatut de Catalunya hasta que no sea definitivo, al considerar que todavía pueden introducirse cambios para que sea «escrupulosamente constitucional». Blanco hizo esta reflexión después de que Chaves declarara el domingo que la propuesta del Estatut catalán no podría ser aceptada en sus actuales términos por el modelo de financiación que plantea y por incluir el término «nación». Ayer, poco antes de la reunión de la ejecutiva, el ministro José Bono respaldó las críticas de Chaves.

El propio Chaves, sin embargo, apostó ayer porque las reformas estatutarias sean objeto «del más amplio consenso» tanto en los parlamentos autonómicos como en el Congreso, y defendió que estas se enmarquen dentro de la Constitución. Por su parte, tras el Comité de Dirección del PP, su secretario general, Angel Acebes, aseguró que «cada vez hay más voces socialistas que se posicionan con el PP y en defensa del modelo constitucional, que está poniendo en riesgo» Zapatero.