La tribuna de invitados celebró la aprobación de la ley ayer en el Congreso.

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El Pleno del Congreso de los Diputados aprobó ayer de forma definitiva la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo y que abre la adopción a estas parejas, por 187 votos a favor, 147 en contra (PP y Unió) y cuatro abstenciones (CiU).

Con esta ley, que entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el BOE, España se une al grupo de Bélgica, Holanda y Canadá, países que ya han aprobado sus respectivas leyes nacionales en esta materia.

A favor del proyecto de ley, votaron los parlamentarios del PSOE, PNV, ERC, Coalición Canaria, IU-ICV, el Grupo Mixto, dos diputados de Convergencia y, de nuevo, Celia Villalobos, del PP, con lo que se superó de forma holgada la mayoría absoluta y se levantó el veto planteado en el Senado.

Momentos antes de la votación, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, habló ante el pleno y consideró que la ley es «un paso más en el camino de la libertad y la tolerancia» iniciado en la transición y construye «un país más decente, porque una sociedad decente es aquella que no humilla a sus miembros».

Al conocerse el resultado de la votación, la tribuna de invitados del hemiciclo estalló en un largo aplauso, respondido desde los escaños por los diputados que apoyaron el proyecto.

El presidente del Gobierno, acompañado en el pleno por diez ministros, mostró su profundo respeto a las personas e instituciones que rechazan la ley y pidió también a los colectivos de homosexuales que, al «valor» demostrado hasta ahora, sumen «el ejemplo de la generosidad y expresen su alegría con respeto a todas las creencias».

La polémica surgió cuando, tras la intervención de Zapatero, fuera del orden preestablecido, el presidente de la cámara Marín no permitió a Rajoy tener un turno de réplica.

La diputada socialista, Carmen Montón, subrayó el «día histórico», sostuvo que el matrimonio no pertenece al «dictado de ninguna ley natural ni divina», y aseguró que la ley no ataca ni desnaturaliza a esa institución, «sino que la amplía y la enriquece».