Pérez Touriño brinda con sus colaboradores.

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Se da por hecho que PSOE y BNG pactarán en Galicia y evitarán que Manuel Fraga gobierne por quinta legislatura consecutiva, pero todavía queda camino por andar. El líder nacionalista, Anxo Quintana, advirtió ayer que «Galicia no saldrá barata» y ya ha fijado «criterios», que no exigencias, para ese pacto con el PSOE. En todo caso, el candidato socialista, Emilio Pérez Touriño, ya se ve como presidente y asegura que todas sus medidas al frente de la Xunta estarán marcadas por «la unidad y el consenso».

El segundo criterio es que el Estado pague a Galicia la deuda histórica, y es aquí donde fue más contundente. «Si alguien desde Madrid tenía la ilusión de que los resultados electorales podían hacer que Galicia saliera barata, que la pierda. Galicia no saldrá barata», sentenció. Así, reclamó el pago de la «deuda histórica que el Estado tiene con Galicia en infraestructuras, sanidad, educación, tecnología y empleo», que, recordó, el BNG cifra en 21.000 millones de euros, para compensar los años en los que los respectivos gobiernos estatales apenas invirtieron en la comunidad. El tercer criterio es generar un proyecto de «economía autoconcentrada».

Tanto PSOE como BNG han dejado claro que su pretensión es la de pactar un nuevo Gobierno en Galicia. Anxo Quintana aseguró que no planteará «condiciones» ni «exigencias», puesto que «no va a haber un apoyo del BNG al PSOE ni del PSOE al BNG», sino que va a haber un Ejecutivo de coalición sobre un proyecto «de mínimos» que recoja el contenido de los programas de ambas formaciones, «diferentes pero no incompatibles».

son esos criterios que fija el BNG para cerrar el acuerdo. En primer lugar, que Galicia «pase a ser protagonista y deje de ser espectadora» en la política nacional, mediante el trabajo «desde el primer día» en «un nuevo Estatuto», que establezca que Galicia es una nación, y recordó que esta comunidad es una nacionalidad histórica «al mismo nivel» que Catalunya y Euskadi y «queremos no perder ese derecho». «No pretendemos ser un problema -advirtió-, pero no será posible hace un nuevo modelo de Estado sin Galicia», para lo que «vamos a trabajar con diálogo y buscando la concertación».