«No se puede cerrar el Sáhara cuando venimos a verificar los
Derechos Humanos», declaró el diputado autonómico Rafael López, del
PP de Catalunya, para expresar su rechazo a la actitud esgrimida
por las autoridades alauítas.
«Las autoridades marroquíes han comunicado a las autoridades
españolas que ustedes no pueden bajar», explicó en francés un
policía vestido de paisano a los parlamentarios que se encontraban
en la puerta del avión sin poder descender.
Las reclamaciones por parte de los diputados para que acudieran
al aeropuerto representantes de Naciones Unidas, del Gobierno de
Marruecos o del Consulado de España no dieron resultado y, después
de casi una hora de tensa espera, se vieron obligados a volver a
Canarias en el mismo avión que les había llevado desde Gran Canaria
a El Aaiún.
Integraban el grupo catalán, además de Rafael López, los también
diputados del Parlament Jordi Castells (ERC), Albert Batalla (CiU)
y el diputado del Congreso Joan Herrera (IU-ICV), a quienes
acompañaban dos representantes de los Comités de Apoyo al Pueblo
Saharaui (CAPS), Neus Canellas y Pilar Rosa Vila.
«No veníamos a hacer acciones de ningún tipo. Sólo a ser los
ojos y los oídos del Parlamento», opinó el representante de ERC,
para quien este viaje no era «una cosa puntual», sino la lógica
consecuencia del alto nivel de apoyo que Catalunya presta a la
causa de los saharauis. El representante de IU-ICV, Joan Herrera,
por su parte, agregó que «si Marruecos dice que la situación es de
absoluta normalidad, pues entonces que los diputados catalanes
puedan entrar con absoluta normalidad».
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