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La reforma del Código Civil para abrir el matrimonio a las parejas homosexuales «adultera» y «desnaturaliza» el contenido de esta institución, según un informe del Consejo General del Poder Judicial, que pide paralizar la iniciativa y, en todo caso, excluir la posibilidad de adopción.

Sin embargo «en la satisfacción de tal objetivo, el legislador no puede adulterar una institución como el matrimonio», «la opción no puede consistir en desnaturalizar una determinada institución jurídica que presenta unas características bien claras», señala el documento redactado por el vocal del CGPJ José Luis Requena.

El texto, que debatirá el martes la Comisión de Estudios del CGPJ, cree que la realidad social de uniones entre homosexuales «puede hacer aconsejable que se les procure un tratamiento que les dé seguridad jurídica, lo que puede implicar la necesidad de que esas uniones sean contempladas por el ordenamiento jurídico».

Para posibilitar la reforma «no queda más remedio que eliminar de la institución matrimonial un signo identificador hasta ahora indubitado y jurídicamente incuestionado, esto es, que el matrimonio es una unión heterosexual», añade el texto que apunta a «serias» dudas sobre la constitucionalidad de la iniciativa.

«La heterosexualidad es un elemento constitutivo esencial del propio concepto de matrimonio: el matrimonio o es heterosexual o no es», subraya el informe.

Según el estudio, llamar matrimonio a la unión de homosexuales es un «cambio radical», como lo sería llamar matrimonio a la unión de más de dos personas o la unión entre un hombre y un animal.

Razona también que la satisfacción jurídica de una «parte mínima de la población no puede hacerse a costa de adulterar el contenido esencial de una institución ni a trastocar los fundamentos del Derecho de Familia».