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Los cadáveres de los 62 militares muertos en 2003 en Turquía en el accidente del avión Yak 42 han quedado identificados con el informe presentado ayer por el forense de la Audiencia Nacional a la jueza Teresa Palacios sobre los 21 que fueron exhumados por orden judicial.

Desde entonces un equipo formado por tres secretarios judiciales y dos forenses de la Audiencia Nacional, acompañado por miembros de los servicios funerarios, se trasladó por nueve comunidades autónomas.

Según informaron fuentes de la Audiencia Nacional, el forense ha presentado en el Juzgado el informe final con el resultado de las exhumaciones y de las pruebas de ADN practicadas sobre 21 de los 30 cadáveres que estaban mal identificados de los 62 militares que fallecieron en el siniestro. Los otros nueve cuerpos no pudieron ser exhumados al haber sido incinerados por las familias a las que fueron entregados.

Este informe fue encargado por la magistrada que instruye el caso y ha sido elaborado por varios forenses, coordinados por el de la Audiencia Nacional.

El pasado 30 de noviembre concluyeron las exhumaciones, una semana antes de lo previsto, con el desenterramiento de los cuatro últimos en cementerios de Madrid, un proceso que comenzó el pasado día 22 en el cementerio de Lalín (Pontevedra).

Como ordenó la jueza Teresa Palacios, los féretros con los restos de los cadáveres fueron trasladados al cementerio madrileño de La Almudena, donde se realizaron las correspondientes pruebas de ADN para determinar la identificación.

El presidente de la Asociación de Familias de Víctimas del Yak 42, Carlos Ripollés, comentó a Efe que aún no han recibido el informe y espera poder conocerlo cuanto antes. Carlos Ripollés confió en que con la identificación de los cadáveres concluya la dolorosa situación que están atravesando las familias.