El lehendakari Juan José Ibarretxe (izquierda) levanta el brazo junto al presidente del PNV, Josu Jon Imaz.

TW
0

Imaz intervino ayer por primera vez como presidente del PNV en el «Alderdi Eguna» (Día del partido), celebrado en la localidad alavesa de Foronda. También pronunció un discurso el lehendakari, Juan José Ibarretxe, quien aseguró que «los vascos vamos a decidir nuestro futuro porque queremos decidir nuestro futuro, y no nos lo va impedir nadie». El presidente del PNV se dirigió al jefe de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, «ahora que se abre una reforma constitucional», para advertirle de que «los vascos sólo aceptaremos participar en un proyecto de Estado en el que podamos participar desde nuestra libre decisión; nunca aceptaremos una Constitución española que no nos reconozca este derecho».

Auguró que desde la oposición «van a tratar que no lo consigamos en esta primera fase», en referencia a la votación prevista en el Parlamento para el mes de diciembre próximo, y «si este otoño tenemos 36 parlamentarios y nos hacen falta 38, iremos a conseguirlos» en las elecciones autonómicas previstas para mayo del próximo año. «Necesitamos establecer un modelo respetuoso de relación entre Euskadi y el Estado, desde nuestra libre decisión y teniendo en nuestra mano la capacidad de definir qué instrumentos, qué políticas, qué herramientas tienen que estar en nuestras manos para hacer frente a los problemas», sentenció.

Dijo que «al igual que hace 25 años tuvimos que salir a la calle para que este país tuviera autogobierno, hoy tenemos que retomar las alpargatas y el boca a oído para que este pueblo decida su futuro en paz y en libertad». Defendió la propuesta presentada por el Gobierno Vasco y dijo que ante ella «no podemos permitir que ni el inmovilismo, ni el centralismo negador de nuestros derechos colectivos».

En el mismo acto político, seguido por miles de afiliados y simpatizantes del PNV, el lehendakari insistió en que convocará las elecciones al Parlamento Vasco «a su tiempo» y que posteriormente convocará una consulta para que la sociedad vasca «decida su futuro». Se preguntó qué demócrata «se puede oponer a que los vascos puedan decidir su futuro, puede negar la capacidad para decidir hacia dónde quieren ir», que autogobierno quiere tener en el futuro y qué «relación entre Euskadi y España» quieren establecer.