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El ministro de Defensa, José Bono, explicó ayer que la tarea del contingente español que reforzará la misión en Afganistán de cara a las elecciones del próximo 9 de octubre comporta riesgos, aunque no se trata de acción bélica sino humanitaria. «La misión no es fácil, la misión entraña riesgos, se ha asumido a sabiendas, pero no es una ación bélica, es una acción humanitaria», declaró el ministro a la prensa tras reunirse con los grupos parlamentarios, a quienes presentó la nueva cúpula militar y dio cuenta de las operaciones de las Fuerzas Armadas en el extranjero. Un contingente de 56 soldados partirá hoy desde Villanubla (Valladolid) rumbo a Kabul. Bono insistió en que el batallón que se instalará en el norte de Afganistán no va a una acción bélica, sino a proteger el proceso electoral para que culmine con la expresión de voluntad de los afganos. «Es una misión humanitaria que no puede concebirse desde el ámbito bélico pero, también es cierto y no les puedo negar, que hay terroristas en Afganistán que matan por el hecho de que haya afganos que quieran ejercer su derecho al voto», prosiguió el titular de Defensa.

En esta línea, recordó que se trata del país «de los talibanes, de Bin Laden, del tráfico de armas y del tráfico de drogas» y donde «algunos señores de la guerra pretenden seguir imponiendo la razón de la fuerza». «En toda la zona norte de Afganistán será el Ejército de España quien garantice el derecho al voto y esto es algo que tiene que llenarnos de orgullo», manifestó. Preguntado por la posibilidad de que el contingente deba hacer uso de la fuerza, respondió que «en las reglas de enfrentamiento, el uso mínimo de fuerza es una de las condiciones» que se han establecido.