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La comisión de investigación sobre los atentados del 11-M no se volverá a reunir hasta el día 7 de septiembre. En una breve reunión, según explicó su presidente, Paulino Rivero, los grupos acordaron dedicar el mes de agosto a estudiar el dictamen de conclusiones, aunque no cerró la puerta a nuevas comparecencias si los partidos lo consideran oportuno. El PP mostró «cierta resignación» por esta decisión, ya que pretendía continuar con las declaraciones en la primera semana de agosto e insistirá en pedirlas en la reunión de septiembre.

Pujalte aseguró que al PP le hubiera gustado que se continuarán con los trabajos durante la primera semana de agosto. «Una cierta resignación sí que tengo, quizá es que estaba desacostumbrado por los ocho años anteriores», explicó. Sin llegar a decir que daba la comisión por finalizada, porque el acuerdo cerrado en la reunión implica lo contrario, Pujalte sí cree que los trabajos no van a continuar.

En poco más de media hora de reunión, los grupos parlamentarios apoyaron por unanimidad dedicar el mes de agosto a realizar «una aproximación a las conclusiones» de la comisión y fijar una nueva reunión para el día 7 de septiembre. Rivero explicó que «no se han dado por cerradas las comparecencias» y que el debate sobre las mismas, si alguna puede «enriquecer o complementar» las aportaciones ya realizadas, tendrá lugar en esa reunión en la segunda semana de septiembre.

Quedan por tanto pendientes hasta esta reunión asuntos tan espinosos como la comparecencia del ex presidente del Gobierno José María Aznar. Los partidos minoritarios siguen considerando que sin sus explicaciones la comisión se cerraría en falso. ERC fue el primero en anunciar que Aznar estará entre las peticiones que pondrá sobre la mesa en septiembre. El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, se sumó a esta «necesaria» petición.