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OTR/PRESS-GIBRALTAR
La princesa Ana de Inglaterra llegó ayer a Gibraltar con motivo del Tercer Centenario de la ocupación británica del Peñón. La visita de la hija de la Reina Isabel II no ha sido bien acogida por el Gobierno español ni por la oposición. Tanto el Ejecutivo central como el resto de formaciones calificaron de «inoportuna» la llegada a la Roca de doña Ana, además de señalar que es una muestra de la «frivolidad y el cinismo» del Reino Unido.

Ayer, el senador del PSOE José Carrasco dijo que la visita de Ana de Inglaterra demostraba «la frivolidad y el cinismo del Reino Unido». Desde el PP, el diputado por Cádiz Aurelio Sánchez Ramos dijo que al visita era «inoportuna e innecesaria», sobre todo cuando se están realizando negociaciones. «No es el mejor momento para tensar esa situación», afirmó.

Fuertes medidas de seguridad para la llegada de la princesa Ana. Un total de 700 efectivos, entre soldados y policías, se desplegaron para velar por la integridad de la miembro de la Casa Real británica durante su paso por Gibraltar. La llegada de doña Ana al aeródromo gibraltareño fue en torno a las 14.38 horas. Allí fue recibida por sir Francis Richard, gobernador de la Roca; John Alcántara, alcalde de la colonia; y Peter Caruana, ministro principal.

El pasado viernes, el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, afirmó que la visita de la princesa era «causa de preocupación y disgusto» en el Ejecutivo central. Moratinos recordó que el Gobierno de Zapatero ya mostró su disgusto en relación con la conmemoración del Tercer Centenario de la ocupación británica, por lo que esta visita era «inoportuna».

Pero el Gobierno de Gibraltar no entiende tanto revuelo puesto que la princesa está de visita en «territorio soberano británico». «La protesta formal del Gobierno español es incomprensible», dice en un comunicado, agregando que el Ejecutivo del Peñón lamenta profundamente que el Ejecutivo español considere «una ofensa» la celebración del Tercer Centenario.