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Los principales partidos cerraron anoche en Madrid la campaña electoral de las europeas de mañana y que ha estado marcada por la guerra de Irak y el temor a la abstención.

Rajoy y Mayor Oreja cerraron la campaña electoral ante más de 7.500 personas que desbordaron el Palacio Municipal de Congresos del Parque Juan Carlos I y les interrumpieron una y otra vez con gritos de ánimo y coreando lemas en contra de medios de comunicación como Prisa y TVE.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, explicó que el PP entenderá mañana, cuando se conozca el resultado de las elecciones europeas, que «la verdad siempre sale de las urnas», porque los ciudadanos «no se equivocan». El líder del PSOE pidió el voto para la lista encabezada por Josep Borrell porque, a diferencia de los populares, «los socialistas piensan en el futuro y hablan desde la esperanza». «Ellos quieren estar aislados y nosotros queremos estar con la mayoría», dijo. Borrell, por su parte, pidió el voto para impedir la «revancha» que plantea el PP respecto al 14-M y afirmó que, si gana la derecha en Europa, «puede ser un arma de destrucción masiva para el modelo social».

El secretario general del PP, Mariano Rajoy, y el cabeza de lista, Jaime Mayor Oreja, coincidieron por su parte en contraponer la «fuerza e ilusión» de su partido y su determinación en la defensa de los intereses de España a la «debilidad» de un PSOE «hipotecado» por los nacionalistas y que carece de proyecto en España y en Europa.

Si el candidato se dirigió a los indecisos para aconsejarles que piensen que el PP es quien mejor defenderá «la honradez y el prestigio de España» en Europa, el secretario general subrayó que su partido ha demostrado «a lo largo de los gobiernos de Aznar, un extraordinario presidente de España, que sabe hacer las cosas».