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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer que España trabaja en favor del mayor consenso posible en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU para lograr una nueva resolución sobre Irak que, de todas formas, no tendrá un contenido «ideal» para España. En conferencia de prensa junto a su colega danés, Anders Fogh Rasmussen, el jefe del Ejecutivo español se refirió al nuevo «clima» surgido en las relaciones entre Europa y Estados Unidos tras las conmemoraciones del desembarco en Normandía de la Segunda Guerra Mundial.

En ese contexto, Rodríguez Zapatero expresó su confianza en que se pueda aprobar antes del 30 de junio una nueva resolución del Consejo de Seguridad, pero recordó que advirtió de que retiraría las tropas españolas de Irak si la ONU no asumía la dirección política y militar de la situación, lo que avanzó no se producirá ahora aunque haya consenso internacional.

«Nuestros objetivos serían más ambiciosos», dijo el presidente, en cuanto a la «devolución de soberanía, a rapidez de las elecciones, al tiempo de presencia militar en aquel país y al papel de las Naciones Unidas a la hora de dirigir todo el proceso». Sin embargo, confesó que «esos objetivos ambiciosos no están en la agenda de lo factible y por eso vamos a contribuir a que haya una adecuada resolución que camine en la mejora de la situación».

Rodríguez Zapatero aseguró, asimismo, que no le causa «ninguna preocupación» la decisión de Estados Unidos de otorgar a Marruecos la condición de aliado preferencial. El jefe del Ejecutivo se limitó a responder «no nos produce ninguna preocupación» a la pregunta planteada por un periodista sobre la posibilidad de que la decisión estadounidense fuera observada con algún tipo de cautela por parte del Ejecutivo.