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Josep Lluís Carod-Rovira lanzó ayer un órdago de grandes dimensiones al PP. Para demostrar que no da un solo paso atrás, anunció que encabezará la candidatura de ERC por Barcelona en las elecciones generales para que sean los catalanes quienes juzguen si actuó correctamente al reunirse con ETA.

«Es el pueblo de Catalunya el que debe decidir si hice bien en hablar con ETA», aseguró Carod, y por eso anunció que será el número uno de ERC en la lista por Barcelona para el 14-M, dejando a Joan Puigcercós como número dos. «Es su veredicto el único al que me someto», aseguró. El anuncio de Carod es un claro mensaje a las desacreditaciones que se le han hecho desde el Gobierno y el PP.

Carod compareció ante los medios de comunicación pocos minutos después de que Maragall anunciara que acepta su dimisión, y lo hizo respaldado por los consellers de la Generalitat de ERC y por los miembros de la Permanente Nacional de la formación republicana. El líder de Esquerra aseguró que se reunión con ETA porque vio una posibilidad de desbloquear la situación en el País Vasco, «un horizonte de paz». Pero tras la reunión, dijo, ha quedado claro que la banda terrorista ha recibido negativamente al nuevo Gobierno catalán.

El anuncio de Carod le obligará a dejar del cargo de conseller antes del 9 de febrero, fecha en la que se proclamarán las candidaturas al Congreso. En todo caso, no tiene que dejar ni el Parlament ni tampoco la presidencia de su grupo parlamentario, al menos hasta que tome posesión de su acta de diputado. Es decir, que Carod busca la legitimidad de las urnas para que ERC recupere el cargo de conseller en cap que queda vacante al menos hasta las generales.

El líder republicano coincidió con Maragall en denunciar la actitud de los populares, que han intentado «beneficiarse de forma vil» de esta polémica. «El PP no tiene interés real en la desaparición de la violencia», dijo, porque sólo está preocupado por incrementar su respaldo en las urnas por medio del «chantaje electoral, las amenazas y las presiones».