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EFE-MARBELLA
La Fiscalía de Málaga mantiene las imputaciones por varios delitos contra Jesús Gil y Julián Muñoz, quienes ayer se retractaron de las acusaciones que ambos se hicieron en un programa de televisión y coincidieron en su declaración al afirmar que todo fue fruto de un «calentón» por su estado emocional. Además, ayer se pronunciaron los partidos implicados en la crisis de Marbella tras la moción de censura contra Muñoz y, mientras el PA dijo confiar en que sus tres ediles respeten la decisión de su Ejecutiva de no apoyarla, el PP acusó a Manuel Chaves de querer «echarle el muerto al Gobierno» al plantear la disolución del Ayuntamiento.

Por su parte, la concejal expulsada del PSOE Isabel García Marcos declaró que «hoy por hoy» cree que la iniciativa «saldrá adelante» pese a los últimos movimientos de los partidos, y vaticinó que el día 13, fecha para la votación de la moción de censura, «será un gran día para la democracia». En la Audiencia de Málaga, Julián Muñoz declaró durante una hora y media, Gil casi una hora más, y ambos abandonaron la sede judicial pasadas las 13.30 horas acompañados de sus abogados y con cinco minutos de diferencia, tras ser informados de que no era necesario el careo.

Fuentes judiciales dijeron que la investigación continúa abierta, que se mantienen las imputaciones contra los dos por varios delitos y que se intentará demostrar si hubo cohecho en la negociación sobre la moción, por lo que se citará a declarar a algunos concejales y testigos, independientemente del resultado de la votación de la iniciativa.