Ana Botella, nerviosa pero enérgica, atribuyó a Aznar su ilusión por la política activa.

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El anuncio se produjo en un acto del PP celebrado en el Hotel Meliá Castilla en el que Botella atribuyó a su marido, José María Aznar, su ilusión por la política activa y por trabajar por convicciones. En su discurso de aceptación, se centró en destacar la importancia de la familia y de la necesidad de fomentar el papel de la mujer como madre trabajadora.

La esposa de Aznar entraba así en la política local. «Quiero dedicar mi tiempo, mis horas y mi ilusión a la tarea política para dedicarme a los ciudadanos, y especialmente a quienes necesitan mayores oportunidades para superar las desigualdades», dijo en un discurso marcado por su interés en la plena integración de las mujeres en el trabajo.

Botella señaló que en política social «aun queda mucho por hacer» en cuanto al apoyo a la familia y las mujeres. «Pero en el PP creemos en la familia y en su libertad para decidir el número de hijos que quieren, sin que eso suponga renunciar al acceso al mundo laboral y a la promoción profesional. Porque la maternidad no puede tener mayores consecuencias profesionales que las que tiene la paternidad», dijo.

También se refirió al respeto a los derechos de las personas, la lucha contra los malos tratos y de la necesidad de potenciar una sociedad en la que nadie se sienta discriminado. Por todas esas causas, se comprometió a trabajar «tan cerca como sea posible de los ciudadanos y sus necesidades. Prometo hacer de Madrid la mejor ciudad del mundo».

La candidata a las listas municipales de Madrid alabó la política como una actividad «noble y digna» y señaló que su ilusión por la misma se la debe «a la persona con la que he compartido mi vida desde hace 28 años y que ha actuado durante toda su vida pública con aciertos y errores, pero siempre por convicciones y teniendo como objetivo de su actividad política el interés común».